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El efecto de la inflación: 6 de cada 10 desarrolladores inmobiliarios se ven obligados a ajustar presupuestos
Cinco de cada 10 constructores han tenido que aplazar la fecha de entrega de sus proyectos, como estrategia para sortear alza en precios
La inflación registrada en México durante el 2022, ha sido de las más altas en los últimos 20 años; para la industria de la construcción, este indicador alcanzó su pico más alto en mayo del año pasado, al registrar un incremento de 18.47% anual.
Al cierre del año, la inflación en el sector cerró en 8.83% por ciento. Según el estudio Perspectivas para el mercado inmobiliario en México, elaborado por Tinsa, para el 2023 se espera una tendencia a la baja.
En este contexto, Tinsa destacó que seis de cada diez directivos de compañías desarrolladoras han ajustado sus presupuestos en diversas áreas, lo que significa un riesgo latente para toda la cadena de producción y el negocio inmobiliario.
A consecuencia de la inflación, los jugadores de la industria también tuvieron que idear estrategias para continuar con la producción: 53% de quienes tienen proyectos en obra aplazó las fechas de entrega, 51% hizo renegociaciones con proveedores y 39% buscó nuevas alternativas en métodos de construcción.
“Parece que el timing con el que han estado jugando los desarrolladores se acaba, así que, en consecuencia, y siempre asumiendo que el penalizar beneficios tiene un límite, es probable que tendremos un incremento de valor en el mercado nacional de vivienda”, comentó Jesús Ramón Orozco de la Fuente, director general de Tinsa México.
En entrevista, Jorge Combe, director general de la proptech DD360, refirió que en el 2022 se conjugaron factores que crearon la tormenta perfecta para la construcción en México, pues a la inflación se sumaron el alza en las tasas de interés y el estancamiento en trámites de autorización de obras.
“Pienso que lo peor para los desarrolladores ya pasó, el problema ahora es que la vivienda nueva ya incorpora la inflación en los materiales que hubo el año pasado. Pero, aún hay excelentes oportunidades para comprar propiedades, porque mucho del inventario actual se liquida con precios de venta al mismo valor de reposición o por debajo de lo que costaría el día de hoy hacer un edificio similar”, afirmó el especialista.
Créditos puente
Respecto al financiamiento de los proyectos, Tinsa halló que los principales desarrolladores sienten el respaldado por parte de las instituciones, 60% declara no haber tenido dificultades para obtener un crédito puente.
Los que sí presentaron inconvenientes, indicaron que hay mayores requerimientos, menores porcentajes de financiamiento, lentitud en los procesos, así como aumentos en garantías y en las tasas de interés.
Combe remarcó que el mercado de crédito para la construcción residencial se ha mantenido rezagado en cuanto a innovación, ya que más de 85% de la cartera se concentra en los cinco principales bancos del país.
En este sentido, DD360 busca diversificar el segmento y colocar al menos 15,000 millones de pesos en créditos puente durante el 2023 y alcanzar una participación de 25% del mercado en el 2028, a través de nuevas soluciones para los bienes raíces.
“Viendo las compras de terrenos actuales y los avances de obra, proyectamos que se siga contrayendo la industria. Si bien esto crea un ambiente comprometido para la oferta, también es una oportunidad para la creatividad en el financiamiento para la construcción”, afirmó Combe.
En medio de la tormenta orquestada por las amenazas económicas y políticas, los desarrolladores también se mantienen con un optimismo moderado, una tercera parte de los directivos encuestados por Tinsa considera que el comportamiento del sector inmobiliario para el 2023 será similar al 2022: “Complejo, pero estable”.