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"Hay producción de vivienda, pero en la informalidad"; MIT sugiere acelerar edificación formal

La creación de planes de desarrollo urbano a largo plazo puede generar certeza a los desarrolladores, pues el modelo de actualización de polígonos es costoso y lento

Cada año se suman al parque habitacional cerca de 850,000 viviendas en promedio. Foto: EE Francisco Peña.

Cada año se suman al parque habitacional cerca de 850,000 viviendas en promedio. Foto: EE Francisco Peña.

En México, cada año se suman al inventario habitacional entre 700,000 y 850,000 viviendas, entre el mercado secundario y la informalidad, por lo que pese a ser un buen número, las necesidades habitacionales no son atendidas de manera adecuada.

Así lo explicó Albert Saiz, profesor asociado en los programas de planeación urbana y bienes raíces en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), quien, en colaboración con La Haus, elaboró un diagnóstico sobre las necesidades de vivienda en la región.

“En términos cuantitativos, México no está mal, incluso comparando con Estados Unidos, ahí se están produciendo 1.1 millones de viviendas, en un país que es el doble (de México), más grande.

“El problema es que se hace mucho informalmente, ese es el gran problema de México”, explicó el especialista del MIT.

Y es que para el especialista, construir casas nuevas, pero de manera formal, impacta directamente en el Producto Interno Bruto (PIB), pues las viviendas usadas no causan el mismo dinamismo económico, por lo que la estrategia de vivienda debe encaminarse a no solo sumar casas, sino que estas sean de calidad.

Sin embargo, con los niveles de población con ingresos informales de México, la obtención de un financiamiento para una vivienda formal se complica más.

Para el especialista del MIT, una forma de calcular el porcentaje de vivienda informal que se suma al inventario es considerar que de las 800,000 casas que se agregan por año, la producción formal aporta en promedio 250,000 unidades, por lo que el resto pertenece a la informalidad.

Tan solo en el 2021, de acuerdo con datos del Registro Único de Vivienda, se sumaron en producción 164,000 casas.

Urge participación de gobiernos locales

En opinión del especialista, son los gobiernos municipales, los que deben desarrollar planes a largo plazo para definir la urbanización de las zonas para fomentar la vivienda formal.

“Los ejercicios de planificación se hacen, pero no a nivel tan ambicioso como deberían ser, además se hacen a nivel cualitativo, pero hay que hacerlos cuantitativos y realistas sobre el número de viviendas que se necesitan”, acotó Albert Saiz.

Así, pese a los esfuerzos de financiamiento y construcción de casas con estándares de calidad, si no hay tierra con servicios disponibles, difícilmente se cumplirán las metas requeridas para atender la demanda de vivienda.

“Quizá no va a ser vivienda muy bonita o tanto como les gustaría (a las autoridades), porque necesitamos vivienda asequible y barata y tiene que ser sencilla”, criticó el especialista.

Saiz indicó que es urgente crear planes de urbanización a largo plazo, en los que los desarrolladores tengan la certeza de la llegada de infraestructura y así se aceleren los procesos de autorizaciones y negociaciones con el gobierno local.

“Si ya estuviera planeado todo, con permisos posibles para los próximos 10 o 15 años, no habría la necesidad de planear en polígonos (que es más costoso y lento)”, señaló el especialista del MIT.

Necesario, pero no sencillo

La desigualdad salarial, el aumento en las tasas de interés e incluso el actual ciclo de la construcción con el aumento del precio de los materiales, son condiciones que supone un reto para dinamizar la creación de viviendas nuevas ante una alta demanda.

Sin embargo, en opinión del especialista del MIT, seguir esta tendencia se ha convertido en la única oportunidad para algunos segmentos, incluso cuando la calidad no sea la mejor.

“El problema es la ingeniería, temas de agua, la infraestructura, las construcciones informales no tienen necesariamente las conexiones de luz, agua que queremos, se pueden poner más tarde, con parches, pero es mucho más caro”, explicó Saiz.

“A nivel individual puede ser más barato, pero a nivel colectivo el costo de la infraestructura es más alto con la autoconstrucción”.

 

Reportera especializada en el sector inmobiliario. Egresada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

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