Industria cementera da señales de recuperación: aumentó 4% la producción durante el 2022

A pesar de un contexto donde la producción de las empresas constructoras no ha recuperado los niveles registrados antes de la pandemia del Covid-19, la producción de cemento en México tuvo un repunte durante el 2022, impulsada por la demanda de este insumo.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la producción de cemento en el país alcanzó los 49.9 millones de toneladas el año pasado, lo que representó un aumento de 4% en comparación con el 2020.

Por otro lado, la dirección de Análisis Económico de la Cámara Nacional de la Industria del Cemento (Canacem), refirió que el consumo nacional de este material fue de 47.8 millones de toneladas, 96% del total de la producción.

Con base en un informe de la consultora global Reseach and Markets, se espera que el mercado de cemento en México alcance los 23,900 millones de dólares en el 2025, impulsado por el crecimiento de la construcción industrial, comercial y residencial.

La Canacem indicó que el sector cementero mexicano se ha posicionado entre los 20 productores a nivel mundial y el segundo en América Latina, sólo después de Brasil.

Cabe mencionar que esta industria mexicana está conformada por seis empresas, todas afiliadas a la Cámara: Cementos Moctezuma, Cemento Cruz Azul, CEMEX México, Grupo Cementos de Chihuahua, Cementos Fortaleza y Holcim México, las cuales operan en conjunto 35 plantas en toda la República.

Obras de infraestructura empujan el consumo

En entrevista con medios, Jaime Hill, presidente de la Canacem, refirió que las obras de infraestructura del Gobierno Federal también han impulsado el consumo de cemento nacional.

Durante el 2022, la refinería “Olmeca”, ubicada en Dos Bocas, Tabasco, requirió 700,000 toneladas de mezcla para su construcción, es decir, 1.4% del total de la producción del año.

El también director general de Holcim México refirió que aún no se tiene confirmado el volumen de material que requerirán otros proyectos como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec; sin embargo, representantes de la industria cementera ya han tenido acercamientos con las autoridades para pactar el abastecimiento.

“Recientemente hubo una junta en Yucatán para platicar del proyecto. Hay un compromiso firme con el presidente Andrés Manuel López Obrador para abastecer estas obras con cemento mexicano y estamos listos”, comentó Hill.

Por su parte, Holcim México se prepara con la adquisición de 180 cisternas de producción, una transacción para la que ha solicitado agilizar los trámites de permisos para el fabricante a través de las Secretarías de Hacienda y Crédito Público, y de Economía.

Cementeras se ponen verdes

Si bien, la industria cementera genera un impacto social, al impulsar el desarrollo de las ciudades, y económico (aporta 1% al Producto Interno Bruto manufacturero del país), no se puede ignorar que tiene una huella ambiental importante.

Es por ello que la Canacem creó la “Hoja Ruta México” para iniciar el camino hacia la descarbonización del sector. Alineada con el tratado internacional sobre el cambio climático, el Acuerdo de París, la meta es reducir para el 2030 la intensidad de emisión directa de dióxido de carbono (CO2) en al menos 17 por ciento.

Lo anterior se logrará a través de dos ejes principales: Aumentar 32% el coprocesamiento de residuos y reducir a 66% el contenido promedio de Clinker en las mezclas.

Carlos Medina, presidente de la Comisión de Sustentabilidad de la Canacem, explicó que estos objetivos requerirán de financiamiento verde, modificaciones a los marcos regulatorios y colaboración entre industria, academia, autoridades y consumidores.

Finalmente, Hill reiteró el impacto de la iniciativa al afirmar que “la reducción de emisiones proyectada para 2030 se traduce en que la industria del cemento en México podría dejar de emitir la misma cantidad de CO2 generada por casi un millón y medio de coches circulando por un año”.