La enorme riqueza atrapada en la vivienda de las familias mexicanas

La vivienda en México representa un pilar fundamental del patrimonio familiar, pero también encierra un potencial económico significativo que, hasta ahora, ha permanecido en gran medida "atrapado". Prácticamente 6 de cada 10 hogares en México, o 20 millones de viviendas, son propios y se encuentran totalmente pagadas. Este dato, que podría parecer un indicador de bajo endeudamiento y estabilidad, oculta una realidad económica que tiene un impacto profundo en el potencial de desarrollo del país. 

En un entorno donde la liquidez y el acceso al capital son esenciales para el dinamismo económico, la falta de mecanismos que permitan a las familias mexicanas capitalizar el valor de su mayor activo representa una oportunidad perdida. 

Para dimensionarlo, las familias mexicanas tienen “ahorros inmovilizados” con un valor aproximadamente 34 billones de pesos (102% del PIB del país) en sus viviendas. Transformar, aunque sea un pequeño porcentaje, este enorme patrimonio inmobiliario en capital líquido permitiría a las familias utilizarlo para otros fines, como invertir en la educación de sus hijos o emprender nuevos negocios y Pymes, lo cual no solo mejoraría el bienestar y la calidad de vida de estas familias, sino que también contribuiría al crecimiento económico del país. 

Además, desbloquear esta liquidez podría dinamizar de manera significativa el mercado de la vivienda. Actualmente, muchos propietarios se encuentran en una situación en la que, aunque poseen un activo valioso, no pueden acceder al capital necesario para comprar una nueva propiedad o mejorar la que ya tienen, a pesar de la necesidad. 

En el país, 7.6 millones de hogares informaron que alguno de sus integrantes tiene la necesidad o está planeando rentar, comprar o construir una vivienda, mientras que 60% de las viviendas propias tiene necesidad de arreglos y remodelación, así como construcción o reparación de espacios. 

Aunque el Infonavit actualmente ofrece créditos para reparaciones y renovaciones de viviendas, existe aún una gran oportunidad para proporcionar mayor liquidez al mercado, lo que estimularía la compra y venta de propiedades y renovaría el acervo de vivienda existente. 

Para lograr estos objetivos, es fundamental avanzar en la transparencia de la información y en la digitalización y modernización del sector de la vivienda. Esto impulsaría la creación de nuevos mecanismos y productos financieros, como líneas de crédito garantizadas por la propiedad inmobiliaria, permitiendo a las familias tomar decisiones financieras más informadas. 

El gobierno entrante de Claudia Sheinbaum tiene frente a sí la gran oportunidad de que México aproveche plenamente el potencial de su patrimonio inmobiliario y libere la enorme riqueza atrapada en los hogares de sus ciudadanos.

** El autor es director de asuntos corporativos y política pública en Tuhabi.

Actualmente lidera el equipo de asuntos corporativos y políticas públicas en Tuhabi.

Anteriormente, como Senior Advisor en Albright Stonebridge Group, asesoró a clientes multinacionales en estrategias de inversión y asuntos corporativos. También trabajó en Rêv Worldwide, liderando el desarrollo de negocios en México, y fue consultor para el sector público en México. Economista del Instituto Tecnológico Autónomo de México y MBA de Harvard Business School.