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La intención no basta, se debe de ir más allá para reducir emisiones de carbono en producción de cemento y concreto
Incorporar tecnologías puede ayudar a lograr la captura de CO2 y así lograr la meta de cero emisiones netas para el 2050
Si bien la industria del cemento y concreto a nivel global se ha comprometido a que para el 2050 la producción de estos insumos para la construcción signifique cero emisiones netas de dióxido de carbono (C02), al parecer este compromiso no es suficiente si no se incorporan herramientas de tecnologías para lograr dicho propósito, de acuerdo con un análisis reciente de Credit Susse.
En el el documento "Resolviendo las emisiones de hormigón", se explica que actualmente la producción de cemento y concreto representa 7% de las emisiones de CO2 a nivel global, es decir el segundo mayor emisor dentro de los materiales después del hierro y el acero.
En este contexto, dentro del análisis se destaca que el concreto es la base de la mayor parte de la construcción y también de la industria a gran escala, pues es el segundo material más consumido en masa después del agua.
Dentro del análisis se destaca que alrededor del mundo, distintos actores en la producción de cemento y concreto han anunciado sus compromisos para lograr cero emisiones netas de dióxido de carbono para el 2050 y si bien ya han implementado tecnologías para que esto suceda, se tiene que ir más allá para lograr la efectividad deseada.
Según el documento, de las tecnologías que han comenzado a utilizarse por la industria destacan:
- Materiales y combustibles cementicios alternativos.
- Hornos más eficientes.
- Uso de energías limpias o renovables.
Sin embargo, en el informe se indica que esto podría no ser suficiente para lograr la meta planteada: "Creemos que las emisiones de carbono del cemento seguirán siendo muy significativas en el 2030, momento en el que estas tecnologías ampliamente disponibles ya se habrán integrado en la mayor parte de la producción de cemento, cuando corresponda".
Bajo dicho escenario, el reporte apunta que la industria puede ser más agresiva con el implemento de otras tecnologías que no necesariamente han sido probadas todavía por las empresas cementeras.
"Las reducciones adicionales en las emisiones de cemento o concreto para alcanzar la meta de emisiones cero netas dependerán necesariamente, aún sin ser probadas a escala industrial", se puede leer en el informe.
Según el reporte, estas tecnologías aún no probadas pueden ser eficientes en la captura, utilización y almacenamiento de carbono.
Panorama obscuro
Dentro del informe, se considera que los objetivos de cero emisiones para la industria del cemento y concreto para el 2050 son ambiciosos, con desafíos para su cumplimiento dado la falta de materiales sustitutos viables, la importancia vital de estos insumos, entre otros factores.
Bajo este escenario, el reporte destaca la importancia de considerar los costos de la implementación tecnologías para reducir las emisiones de dióxido de carbono en la producción de cemento o concreto.
"Los costos por tonelada de captura de carbono podrían ser demasiado altos en relación con la rentabilidad", apunta el informe.
En este contexto, el reporte prevé que la inversión para poder atacar este problema podría ser insuficiente para las iniciativas propuestas por la industria, por lo que se deben de tener incentivos "más fuertes" para buscar un cemento más limpio, tales como:
- Generar índices de construcción verdes.
- Regulación que favorezca el uso de productos de cemento con bajo contenido de clinker.
- Que los inversionistas monitoreen las emisiones de alto impacto de proyectos y empresas de construcción.
"Esto podría desbloquear precios premium para alternativas de bajas emisiones, lo que a su vez incentivaría y proporcionaría el capital que tanto necesitan las empresas cementeras para acelerar la descarbonización", resalta el análisis.