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Mathzi, la unión para hacer valer el derecho a la vivienda

Con más de 35 años de historia, la cooperativa congrega más de 660 familias en el pueblo de Guadalupe Victoria en Ecatepec, Estado de México   
 

Socios y directivos de la cooperativa de vivienda Matzhi. Foto: EE Hugo Salazar.

Socios y directivos de la cooperativa de vivienda Matzhi. Foto: EE Hugo Salazar.

Con la consigna de que la vivienda es un derecho, no una mercancía, la cooperativa Mathzi ha sobrevivido en medio de la especulación inmobiliaria, los cambios de gobierno y la amenaza latente de invasiones; sin embargo, a 39 años de fundación, los ideales de esta organización continúan gracias a su trabajo colectivo para habitantes de Ecatepec en el Estado de México.  

Fue en 1985 que la cooperativa de vivienda nació como parte de un movimiento cooperativo habitacional de Ecatepec, con más de ocho organizaciones de este tipo que crearon alrededor de 2,500 hogares en la época de los ochenta y noventa; sin embargo, Matzhi se mantiene como la única organización de este tipo con registro activo en la entidad.  

Anclada en Guadalupe Victoria, que es uno de los nueve pueblos que dieron origen a Ecatepec, el trabajo de Mathzi dio paso a la creación de tres colonias cooperativas, donde actualmente viven 667 familias en viviendas de aproximadamente 120 metros cuadrados y en un entorno de apoyo colectivo para el bienestar común.  

Econohábitat realizó un recorrido por los módulos que componen la cooperativa de vivienda en el pueblo de Guadalupe Victoria, una región en la que habitan alrededor de 8,870 personas en 2,300 hogares y en un área de 120 hectáreas, de acuerdo con Market Data México.  

Inicios  

A pesar de ser uno de los primeros pueblos que conformaron el municipio de Ecatepec, Guadalupe Victoria vive actualmente un problema de tenencia de la tierra, pues la mayor parte de su suelo es de uso ejidal y no habitacional; sin embargo, la mancha urbana ha superado a lo establecido en la ley.  

De acuerdo con Marina Arreola Arroyo, fundadora y representante legal de Mathzi, es ahí donde el sentido de la cooperativa destaca, pues la organización desde sus inicios ha buscado brindar seguridad jurídica a sus socios respecto a su propiedad.  

“A nuestros socios les damos un documento que es el convenio de uso y goce, hasta que obtengan su escritura y una vez obteniendo su escritura, ya son propietarios de su vivienda”, declaró Arreola.  

El inicio de Mathzi se basó en la compra colectiva de un terreno de siete hectáreas, el cual se subdividió para que cada socio pudiera tener su espacio y ahí construir su vivienda conforme a sus necesidades.  

“Son 679 socios (en las tres colonias), debidamente constituidos, notariados e inscritos en el Registro Público de la Propiedad”, declaró Arreola Arroyo.  

En aquel entonces, los primeros socios tuvieron que hacer el desembolso inicial equivalente a 800 pesos actuales para poder ser parte de la organización y adquirir de manera colectiva el predio de siete hectáreas, que fue subdividido para que cada socio pudiera edificar su hogar.  

Desafíos  

La certidumbre legal que Mathzi ha brindado a sus socios respecto a su propiedad, es un trabajo que los directivos de la cooperativa han logrado gracias a sus gestiones ante las administraciones tanto municipales como estatales.  

“Nunca en esta cooperativa se le ha obligado a alguien a que se afilie a un partido político. Entonces aquí ha habido mucha libertad, eso es parte de nuestro éxito”, destacó Álvaro Rubio, secretario de Mathzi.  

Sin embargo, esta libertad también significa un desafío para la organización, pues al no haber un marco legal claro para las cooperativas de vivienda en el país, cada cambio de administraciones se tiene que hacer las gestiones para que los gobiernos tengan un trato particular para la organización, tanto en materia legal, administrativa, fiscal y de servicios.  

“Se requiere una modificación a la Ley General de Sociedades Cooperativas para reconocer ampliamente a las cooperativas de vivienda y que todos estos procesos estén en un andamiaje legal que pueda fomentar a las cooperativas de vivienda en México”, declaró Mario Arreola, presidente de Mathzi.  

Actualmente, Mathzi está en el inicio de su cuarto proyecto, donde se construirán 28 casas y la aportación de los socios será de 1 millón 350,000 pesos para obtener la propiedad, monto que será financiado de manera individual por Caja Atemajac. 

Fernando Gutiérrez es editor de EconoHábitat

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