Ciudades sedientas: 50% de las urbes podrían enfrentar graves crisis de agua en los siguientes 20 años

La seguridad hídrica es uno de los principales desafíos para las ciudades y sus gobiernos en la actualidad. De no generar estrategias y soluciones para esta problemática, se prevé que hasta 50% de las ciudades mexicanas podrían enfrentar una severa crisis de agua en los siguientes 20 años, según la Escuela de Gobierno y Transformación Pública y la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey. 

De acuerdo con Jürgen Mahlknecht, líder del Núcleo de Investigación de Clima y Sostenibilidad, los retos para las urbes son múltiples, desde el aumento de la demanda, hasta la reducción de la oferta provocada por la variabilidad del clima y la necesidad de mejorar la gestión de los recursos.

Durante su participación en el foro “Ciudades sedientas”, organizado por el Tecnológico de Monterrey, el experto indicó que para el 2050 la población mundial alcanzará los 9,000 millones de habitantes, lo que dejaría menos de 1,700 metros cúbicos de agua disponibles per cápita anualmente.

Aldo Ramírez, director del Centro de Agua para América y el Caribe, explicó que en 1950 había alrededor de 17,000 metros cúbicos de agua por habitante al año, mientras que para el 2022 esta cifra se redujo a sólo 3,569 metros cúbicos.

“Esto representa cinco veces menos agua disponible per cápita y se espera que esta cifra continúe en decremento durante los próximos años”, comentó el especialista.

Además, Edmundo Molina, investigador y líder del Centro de Investigación en Ciencia de Decisiones, remarcó que “tener acceso a agua de calidad en la llave no es la regla a nivel global, sino la excepción”, lo que demuestra la urgencia de la colaboración entre sectores público, privado y social para garantizar la seguridad hídrica.

Planeación urbana y tecnología

Para los expertos, es indispensable la planeación de las ciudades y su infraestructura con base en escenarios desafiantes frente a un futuro que plantea retos más grandes de los que se puedan esperar hasta ahora.

En este contexto, el desarrollo tecnológico, la ciencia de datos y el análisis urbano deben transformar la forma en que se atiende la crisis de agua en las ciudades del país.

“En el caso de Monterrey, la naturaleza ayudó este año y tenemos las presas llenas. Eso da un respiro, pero no es para echar las campanas al vuelo. Las sequías regresarán y quizás más intensas o con mayor duración. Tenemos que aprovechar este periodo bueno para planear mejor”, afirmó Ramírez.

En este sentido, Roberto Ponce, investigador en Políticas Públicas, Ciudades Inteligentes y Ciencia de Datos, apuntó que la tecnología es una herramienta que permite hacer más eficiente los procesos y la reacción a emergencias en el suministro de agua.

Entre las posibles aplicaciones mencionadas por el experto, destaca el monitoreo en tiempo real a través de sensores inteligentes para detectar fugas y reducción en la presión, ya que actualmente más de 30% del agua se pierde en fugas no detectadas.

Otros ejemplos de herramienta para maximizar la eficiencia del uso del agua son los sistemas de riego inteligentes que utilizan pronósticos meteorológicos y sensores de humedad del suelo para optimizar la industria agrícola, así como el análisis predictivo basado en inteligencia artificial para predecir la demanda del líquido vital.