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Invasiones e informalidad, los riesgos si no se aterriza correctamente el plan de vivienda de Sheinbaum
La industria se muestra optimista, pero asegura estar a la expectativa de saber las formas de las intenciones del gobierno para construir 1 millón de hogares
Los desarrolladores de vivienda ven con optimismo el plan habitacional del gobierno de Claudia Sheinbaum, que tiene como meta construir 1 millón de casas durante los siguientes seis años; sin embargo, esperan la definición de los mecanismos del programa para saber cómo colaborar y, posiblemente, ampliar la meta a más de 2 millones de nuevos hogares en dicho periodo.
Para los actores de la construcción de hogares en el país, es crucial que los mecanismos que se definan para que el Estado edifique 1 millón de hogares durante el actual sexenio, incluyan la colaboración entre los gobiernos federal, estatales y municipales con la iniciativa privada. De lo contrario, aumentarían riesgos como la informalidad habitacional y las invasiones.
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"Estamos optimistas y contentos sobre el plan. Pasaron seis años con el presidente anterior (Andrés Manuel López Obrador), donde la vivienda no fue ni bien ni mal vista, simplemente no se tocó el tema... Ahora, debemos de conocer cómo se implementará (el plan)", indicó Luis Alberto Moreno Gómez Monroy, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi).
Para Jesús Sandoval Armenta, director general de la desarrolladora Ruba, la necesidad de vivienda en el país es tanta que hay espacio para que el Estado desarrolle hogares de bajo costo, lo cual actualmente no hace la iniciativa privada por distintos factores, como el encarecimiento de la tierra, la falta de infraestructura, la tramitología, así como el alto costo de las tasas de crédito puente para la construcción hacia segmento de bajos ingresos.
"El rezago es tanto que lo que se requiere es oferta en el segmento bajo, si el gobierno entra, va a producir la vivienda que no hacemos en el sector privado, no podemos competir ahí. El mercado es tan grande en vivienda de interés social que no representa un riesgo (la participación del gobierno), sino es un complemento", declaró Sandoval Armenta.
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Diagnóstico y causas
Recientemente, el gobierno federal presentó los lineamientos del plan habitacional del actual sexenio, donde se comprometió a la construcción de 1 millón de viviendas, de las cuales 500,000 serían edificadas por el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y el resto, para la población no afiliada, por la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi).
Esto, debido a que 8.9 millones de viviendas están en situación de rezago habitacional y, además, para el siguiente año, se estima una demanda de 2.8 millones de nuevos hogares, cifra que para el 2030 aumentaría a 6.6 millones.
Los desarrolladores de vivienda reconocieron las complicaciones que han surgido en los últimos años para edificar hogares de bajo costo, es decir, que tengan un precio de hasta 600,000 pesos, debido a una serie de circunstancias que han elevado el valor de las casas al grado que ni siquiera con la obtención de un crédito, se pueden comprar.
"El aumento en los costos de materiales, la falta de eficiencia de los municipios, que se tardan muchísimo en resolver los permisos para la construcción, ha incrementado el costo de las casas y aunado a todo esto, el crédito que se otorga, pues no es proporcionar al valor de los hogares", indicó el presidente de la Canadevi.
El director de Ruba puntualizó que actualmente, uno de los mayores retos para el desarrollo de vivienda social, es la adquisición de tierra, pues señaló que hay una especie de especulación, donde los propietarios prefieren guardarla y " poner precios prohibitivos en algunos lugares".
"El gobierno debería cumplir con su papel para disponer tierra no especulativa. Eso va a permitir hacer vivienda a un precio que ahora no existe, porque con las condiciones actuales, es casi imposible producir vivienda de 500,000 pesos", acotó Sandoval Armenta.
Para el presidente de la Canadevi, el verdadero reto del programa gubernamental es ofrecer soluciones de vivienda a personas que ganan entre 12,000 y 17,000 pesos mensuales, las cuales actualmente no son atendidas porque hay muy poca oferta disponible para ellos.
"El gobierno federal debe aportar una parte, el gobierno estatal otra y los gobiernos municipales por lo menos, aportar eficiencia regulatoria y en costos cero de tramitología para esta vivienda y cero impuestos para la inscripción de bienes, de lo contrario es muy difícil que la gente que tiene 480,000 pesos, le alcance para una vivienda de 600,000 o 700,000 pesos, sencillamente le es complicadísimo. Entonces, se necesita mucho esfuerzo de voluntades para poder hacer que la gente tenga un hogar", apuntó Gómez Monroy.
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Riesgos aumentarían
De acuerdo con un diagnóstico de la Canadevi, en la actualidad en México se construyen cerca de 1 millón de viviendas nuevas al año; sin embargo, cerca de 750,000 unidades se hacen en la informalidad, es decir, en zonas de alto riesgo, sin servicio y sin mecanismos para su certeza legal.
Para la Canadevi, estas cifras deben de hacer que la iniciativa privada trabaje de la mano con los organismos públicos para revertirlas y generar que la mayoría de vivienda que se desarrolle en México se haga dentro de la formalidad.
"Es fundamental no caer en errores que ya se conocen, es fundamental, hacer apoyos de manera dirigida a la gente que más necesita vivienda y en regiones donde se necesitan nuestros apoyos... En los distintos estados, hay diferentes formas de atender esta problemática, hay diferentes maneras de solución, pero, sobre todo, sí necesitamos ponernos todos de acuerdo y trabajar en equipo", comentó Gómez Monroy.
Para el director de Ruba, es necesario que se atienda de manera inmediata el problema de la falta de vivienda social en el país, pues de no hacerlo, se incrementarían las cifras de la informalidad habitacional. "Si el gobierno no entra a atender este segmento, la otra alternativa son las invasiones y la informalidad en asentamientos irregulares".
Se espera que, en las próximas semanas, se aprueben las iniciativas de reformas para que el Infonavit y el Fondo de Vivienda del Issste (Fovissste) amplíen sus facultades y puedan entrar a la construcción de la vivienda; además de que Conavi detalle su plan para atender a la población no afiliada a un esquema de seguridad social.
Una vez que estos temas se destraben, se delinearán las formas de cómo el gobierno, vía estos organismos, puede desarrollar 1 millón de viviendas. "Si todos logramos colaborar, el millón de viviendas se puede lograr y no sólo eso, sino que podemos lograr hasta 2.5 millones de viviendas en los próximos seis años de gobierno", acotó el presidente de la Canadevi.