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Economía

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AL paga caro la desvinculación de las políticas económicas y baja generación de empleo: Stiglitz

Durante la conferencia magistral sobre Globalización en un mundo desarrollado , presentada en la Universidad Iberoamericana, el premio Nobel de Economía 2001 explicó la dificultad que ha vivido el mundo para salir de la profunda y persistente desaceleración económica que se ha presentado tras la crisis financiera del 2008.

América Latina (AL) ha pagado muy caro la desvinculación entre las políticas para estimular al crecimiento económico y su baja capacidad para generar empleos. Un vínculo que suele explicar la desigualdad e inequidad, advirtió el premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz. De visita en México por segunda ocasión en el año, detalló que esta dificultad no es exclusiva de las economías emergentes y que hoy se ha hecho evidente en el mundo desarrollado.

Durante la conferencia magistral sobre Globalización en un mundo desarrollado , presentada en la Universidad Iberoamericana, explicó la dificultad que ha vivido el mundo para salir de la profunda y persistente desaceleración económica que se ha presentado tras la crisis financiera del 2008.

El economista sugirió que se debe procurar que las políticas macro apoyen la construcción de una economía generadora de empleos.

Esgrimió que las políticas de estímulo aplicadas por los bancos centrales de los países desarrollados, como la Reserva Federal, tuvieron una intención de corrección al deterioro, propiciando una oferta de recursos para que los agentes económicos invirtieran y se pusieran a producir.

Pero había un fallo de vínculos entre lo macro, que no se identificó en ese momento, aseveró. Es la capacidad y disposición de las empresas, para invertir y crear oportunidades de negocio y empleos, lo que dificultó el éxito de las medidas sin precedentes, que incluso llevaron a las tasas a niveles negativos.

El economista, laureado por sus teorías de la información asimétrica, consideró que el problema puede estar en que la oferta de liquidez se colocó en las manos de quien no estaba en la disposición para gastar, ni invertir.

Se desvincularon los esfuerzos macro y se pasó de largo que había reclamos y necesidades de pequeña escala que han sido determinantes en las elecciones de economías desarrolladas, afirmó.

Cercano a México

Ésta es la segunda vez que el premio Nobel de Economía visita México este año. En su mensaje anterior, divulgado en febrero, observó que el sector de negocios, los industriales tienen también un papel determinante en esta diversificación necesaria y urgente que requiere la economía para desarrollarse y limitar la inequidad.

Las posturas de los diversos actores deben hacerse escuchar, aseveró. En este momento, el orden político y económico del mundo se está reorientando, diagnosticó.

En la presentación ante estudiantes y exalumnos de la Universidad Iberoamericana volvió a explicar la relevancia de los empresarios e inversionistas en la generación de empleos y en su participación para la actividad económica.

En aquel momento, explicó que lo alarmante para el país era la dependencia que tiene con Estados Unidos.

Tras hacer un repaso sobre la crisis mundial del 2008 y el exacerbado descontento social por la inequidad que ha resultado, el premio Nobel ironizó al explicar que la perspectiva del nuevo presidente de EU, consigna que la globalización ha generado un profundo desequilibrio en la primera economía del mundo.

Explicó que en la medida que se reconozca que todos los acuerdos comerciales dejan ganadores y perdedores, las políticas económicas se dirigirán a procurar que la mayor parte de la gente se ubique del lado ganador.

Joseph Stiglitz fue galardonado premio Nobel de Economía en el 2001, por una investigación desarrollada con George Akerlof y Michael Spence.

ymorales@eleconomista.com.mx

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