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AMLO prepara equipo de abogados para litigios fiscales
Expertos señalan que los recursos podrían tardar hasta 10 años en llegar al erario público.
El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que el gobierno prepara un equipo de abogados “incorruptibles” para atender los litigios fiscales a los que recurren los grandes contribuyentes, los cuales se niegan a pagar los impuestos que deben.
López Obrador indicó que este grupo de abogados dependerá directamente de él, con lo cual se dará un seguimiento puntual a los litigios fiscales y se supervisará que no existan actos de corrupción como en administraciones pasadas.
“Ahora hay un equipo, y se lo digo con todo respeto a las empresas, que depende de mí. Estoy formando un equipo con abogados muy preparados y, sobre todo, incorruptibles. A partir de que se presente una querella o denuncia, se le dará seguimiento. Si un juez metió en el cajón la denuncia o la dejó por más tiempo del debido, ese juez va a ser denunciado ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que se termine con la impunidad”, refirió en Palacio Nacional durante su conferencia matutina.
Agregó que hay grandes despachos fiscales que ofrecen a sus clientes el no pagar impuestos y evadirlos, lo cual logran a través de los contactos que tienen en diferentes dependencias.
“¿Ustedes creen que esos fiscalistas son eminencias, que son muy buenos abogados? No. Ellos tenían agarraderas, era puro tráfico de influencias”, acusó.
El presidente hizo énfasis en que existe un caso en donde el abogado de una empresa que debía entre 8,000 y 10,000 millones de pesos, quería pagarle al Servicio de Administración Tributaria (SAT) sólo 500 millones de pesos, por lo que López Obrador alertó que el litigio podría ser largo. “O agarras esto o vamos a litigar hasta el año 3000”.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, al cierre del año pasado existían 111,403 créditos fiscales controvertidos, los cuales representan un monto de 443,599 millones de pesos.
Los créditos fiscales controvertidos se refieren a aquellos controlados por la administración tributaria a cargo de contribuyentes que promovieron medios de defensa y por lo cual no puedan ser objeto de acciones de cobro.
En tanto, de enero a diciembre del año pasado se registraron 22,378 sentencias definitivas, de las cuales 70.7% fue a favor del SAT, 27.1% a favor de los contribuyentes que impugnaron y 2.2% resultó con nulidad para efectos, en donde el fisco conserva las facultades para determinar y, en su caso, cobrar los créditos.
Recursos no serán inmediatos
Fiscalistas consultados refirieron que la estrategia del presidente es buena, siempre y cuando se apegue al Estado de derecho; sin embargo, los recursos que se puedan obtener a través de estos litigios no serán inmediatos.
Juvenal Lobato, catedrático de la UNAM, indicó que en promedio un litigio tarda entre dos y cuatro años, mientras que de ser ganado, el SAT todavía se toma su tiempo para cobrar los recursos ya que el contribuyente puede no tener con qué pagar los adeudos.
“En promedio, se lleva de dos a cuatro años. Lo importante no es tanto o cuánto pueda durar el litigio, sino la efectividad del SAT para cobrar cuando gana, porque ahí viene el punto de quiebre. Una cosa es ganarlos y otra cosa, cobrarlos, porque el contribuyente podría no tener dinero para pagar el adeudo o bien, no tiene bienes o desaparecieron, entre otras cosas. Incluso, al momento de pagar con bienes, el fisco se tarda en embargarlos y luego rematarlos”, explicó.
Por ello, añadió, entre el litigio y el cobro, los recursos podrían tardar hasta 10 años en que ese dinero llegue al erario público.
Por su parte, Karla Ortíz, coordinadora del Comité de Derecho Fiscal de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa, refirió que esta acción por parte del presidente es buena, siempre y cuando los abogados actúen conforme a la ley, respeten el Estado de Derecho y no se presione, de ninguna manera, al Poder Judicial para emitir los fallos a favor de algún lado.
Asimismo, refirió que el presidente no debe generalizar a todos los despachos de abogados fiscalistas como algo malo, ya que muchos trabajan conforme al código de ética y cumplen cabalmente la ley.
“No todos los abogados o fiscalistas grandes realizan actos para evadir impuestos. Asesoran a los contribuyentes y, evidentemente, si el SAT emite un crédito fiscal de manera indebida a un contribuyente, éste se va buscar defender y se gana. No necesariamente hay corrupción para ganar un litigio, hay muchas ocasiones en las que las autoridades emiten actos meramente recaudatorios para obtener recursos y ésos son los asuntos que muchas veces se ganan”.
Los fiscalistas llamaron a no estigmatizar la profesión y los litigios, ya que los contribuyentes tienen, por derecho, la posibilidad de interponer medios de defensa al no coincidir con el fisco respecto a sus facultades de comprobación.