Al pueblo pan y circo

Después de un estruendoso Grito y una discrepancia popular entre el hecho de festejar el tan trillado Bicentenario o guardar luto por la desesperanza que reina en el país, el paréntesis sirvió para distraer los ojos de puntos por demás relevantes en el entorno político y económico de México.

Ya no es momento de reprochar o lamentar el derroche monetario, que en épocas tan precarias como la actual es una afrenta para los muchos millones de mexicanos que viven en extrema pobreza; sin embargo, sí es el momento de exigir responsabilidad en el uso de las finanzas públicas de cara al ejercicio 2011.

Un año electoral para algunas entidades y previo a las venideras elecciones federales es de sobra un pretexto para despilfarrar recursos en pro de conseguir el sufragio de los votantes.

Vale la pena seguir de cerca el comportamiento de la asignación presupuestal tanto en gasto corriente como en el destinado a infraestructura, ya que independientemente de lo que pase con el Impuesto al Valor Agregado, no es posible sostener un crecimiento exponencial en gasto corriente y subutilización de recursos en el tema de infraestructura.

La posibilidad de sobreendeudamiento federal, según palabras del encargado de la situación hacendaria en México, es latente, pero la deuda que hoy se tiene no es monetaria, sino de respeto al pueblo mexicano.

El sector político del país parece estar decidido a no permitir que la nación avance, es una cuestión de poder por el poder.

Mientras México disminuye en la escala de competitividad industrial, el salario pierde poder ante la inflación y los números del desempleo no coin¬ciden en las dos principales fuentes oficiales (INEGI e IMSS), es precisamente la parte política quien plantea las estrategias de cara a dos años que mermarán aún más al sector productivo del país.

Estamos a unos meses de empezar la guerra sucia de los políticos, momentos en los que nos enteraremos de la vida personal, política, social y económica de los contendientes a cambio de un costo social y fiscal digno de ser cuantificado.

Tendederos con fotos y logotipos, basura, pintadero de bardas, spots sin contenido y entrevistas sin respuestas es lo que nos espera a los mexicanos, ¿y al final? Poco más de lo mismo, un 2011 sin Bicentenario, sin Centenario, sin algo para festejar, pero eso sí, un Presupuesto de Egresos para la Federación ad hoc a las necesidades de los menos necesitados, los políticos.

*El MF Ricardo Gutiérrez es director de la Carrera de Contaduría Pública y Finanzas del Tecnológico de Monterrey, campus Toluca.

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