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Aumento salarial, becas sociales y estrategias de consumo, detrás de resistencia de la inflación
La fortaleza refleja un ajuste incompleto de las perturbaciones pandémicas o debilidades. Las minoristas han mantenido estrategias para disminuir las presentaciones de los productos a precios más asequibles, en lo que se conoce como shrink inflation o reduflación, lo que ha favorecido a mantener el consumo.
La disponibilidad de recursos en la parte baja de la pirámide social, que es la que más consume, a partir del alza acumulada del salario mínimo, del flujo de apoyos sociales dirigidos previo al proceso electoral y la entrada de remesas, podría estar detrás de la resistencia que está mostrando la inflación en México, coincidieron analistas.
Marcela Muñoz, analista de consumo en Vector, explicó que cuando se presenta un proceso de inflación, suele moderarse la cantidad de productos que se compran. Sin embargo, las minoristas han mantenido estrategias para disminuir las presentaciones de los productos a precios más asequibles, en lo que se conoce como shrink inflation o reduflación, lo que ha favorecido a mantener el consumo.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que la inflación completó 11 meses fluctuando alrededor de 4.4%, desde julio del 2023 y hasta mayo de este año.
Fue en julio del año pasado, cuando la variación del INPC llegó a 4.79% y a partir de ahí, se ha mantenido fluctuando durante 11 meses, alcanzando la lectura más baja en octubre de ese mismo año, de 4.29% anual.
Esto significa que además de que los mexicanos han experimentado inflación persistente desde el 2021, el proceso de desinflación ha sido volátil.
El Banco de Pagos Internacionales (BIS por si sigla en inglés), el banco de los bancos centrales, explicó en su Informe Anual divulgado esta semana, que esta rigidez de la inflación se ha convertido en un común denominador en varias jurisdicciones clave. Y dijo que es un recordatorio de que el trabajo de los bancos centrales no está terminado.
De acuerdo con ellos, esta resistencia refleja un ajuste incompleto de las perturbaciones pandémicas o debilidades de más larga data.
“En el centro de los riesgos para la inflación está el ajuste parcial de dos precios relativos estrechamente relacionados y desequilibrados por la pandemia: el precio de los servicios, el precio del trabajo y los salarios reales”.
Impactan a quien menos tiene
Información disponible en el Inegi muestra que en los pasados 12 meses, de mayo del 2023 al mismo mes de este año, la inflación experimentada por familias de menor ingreso, esto es, quienes cuentan de uno a tres salarios mínimos para gastar, registraron una variación anual de 4.83% en su inflación.
Es decir, experimentaron una fluctuación de la inflación general más alta comparada con la media del país.
En contraste, los hogares que tienen ingresos mensuales de más de seis salarios mínimos, percibieron una variación de 4.67% en el gasto familiar para la compra de sus productos. En ambos casos es una fluctuación mayor a la que experimentó la inflación general en todo el país durante mayo.
Marisol Huerta, analista independiente explicó que los segmentos sociales de bajo ingreso han logrado sortear la volatilidad de los precios gracias a la dispersión de los apoyos sociales y remesas.
El BIS destaca en su análisis que “en algunos casos, la política fiscal sigue añadiendo estímulo a la economía, actuando en contracción con la política monetaria”.