Bancos centrales están cerca de un aterrizaje suave

Los principales bancos centrales del mundo podrían estar a punto de conseguir el santo grial de la política monetaria: un aterrizaje suave de la economía (también conocido como soft landing) a pesar de los incrementos de las tasas de interés más pronunciadas en décadas, afirmó  Agustín Carstens, director general del Banco de Pagos Internacionales (BPI), durante un discurso en Basilea.

Casi todos los bancos centrales aumentaron sus tasas de interés a un ritmo vertiginoso para combatir un repunte de la inflación postpandémico, lo que suscitó el temor de que, por el camino, estrellaran el crecimiento económico, destruyeran puestos de trabajo y dispararan el desempleo.

Sin embargo, los incrementos de tasas ya terminaron, la inflación regresa a sus objetivos y el empleo se mantiene fuerte, protegiendo a la economía de lo que hubiera sido un golpe considerable.

“La actividad económica se ha mantenido sorprendentemente resistente, lo que refuerza la confianza en que las economías podrían estar preparadas para un escenario de aterrizaje suave, o al menos más o menos suave”, expresó Carstens.

“Si esto es cierto, la lucha contra la inflación ha tenido un costo extraordinariamente bajo en términos de menor crecimiento del Producto Interno Bruto o mayor desempleo”, afirmó.

El también ex gobernador del Banco de México, trató de moderar las expectativas, al advertir que la inflación podría resultar más obstinada de lo que esperan los mercados.

Los gobiernos siguen gastando demasiado, los salarios aún tienen que recuperar terreno tras la rápida inflación y los precios de los servicios van a la zaga de sus tendencias históricas, lo que sugiere que aún quedan muchas presiones sobre los precios.

Señaló que si los precios de los servicios recuperan su tendencia anterior a la pandemia, implicaría unas tasas de inflación aproximadamente un punto porcentual por encima de los objetivos de alza de precios en los próximos tres años.