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Brasil y México recibirían 1% de su PIB en la asignación de Derechos Especiales de Giro
Goldman Sachs estima que al país sudamericano le asignarán 15,100 millones de dólares y al nuestro 12,200 millones de los 650,000 millones que distribuirá el organismo entre sus miembros.
Brasil y México serán los mayores beneficiados de América Latina y el Caribe en la distribución histórica de Derechos Especiales de Giro (DEG), por 650,000 millones de dólares, que aprobó el Fondo Monetario Internacional (FMI) para todos sus miembros.
En un análisis desarrollado por el banco de inversión Goldman Sachs, estimaron que Brasil recibirá unos 15,100 millones de dólares y México absorberá 12,200 millones de dólares. En ambos casos, es un monto equivalente a 1% del PIB de cada país.
En el análisis de Goldman Sachs, desarrollado por Alberto Ramos, economista para América Latina, precisan que estos recursos se inyectarán directo a las reservas internacionales de los bancos centrales.
Tal como lo explicó la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva al hacer el anuncio de la asignación histórica de DEGs, la distribución de los recursos será proporcional a las cuotas que paga cada miembro al organismo.
Conforme lo marcan los estatutos del FMI, cada país paga una cuota para ser miembro, que es determinada en función de su aportación al PIB mundial; a cambio, el Fondo Monetario concede al país una proporción de voto similar a la de su contribución que puede utilizar en la toma de decisiones del Directorio Ejecutivo.
La cuota de México ante el FMI equivale a 1.91% del total aportado por los 190 países miembros y la de Brasil, es de 2.3 por ciento.
La directora gerente explicó a inicio de semana, al anunciar el histórico acuerdo, que el objetivo de la medida es aumentar la liquidez de los países para fortalecer la capacidad de responder a choques de cuentas externas. Georgieva precisó que el acuerdo es que la distribución se complete el próximo 23 de agosto.
El gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, explicó en una conferencia que con esta medida se fortalecerán los buffers de las economías emergentes en el área que más necesitan, que es ser capaces de atraer capital y consolidar y estabilizar un mejor desempeño. Esto porque los emergentes son “economías importadoras de capital”.
Necesidades diferentes
De acuerdo con lo descrito por el analista del banco de inversión en el documento titulado “IMF ready for sizeable Helicopter reserves”, existe un inconveniente en la histórica decisión de distribuir entre los miembros del organismo una parte de sus fondos.
La asignación es proporcional a las cuotas y no refleja las necesidades individuales de los miembros. La mayor parte de la asignación se destinará a países que no necesitan reservas”, enfatizó.
México por ejemplo, cuenta con un saldo de reservas internacionales que al 30 de julio sumó 193,424 millones de dólares, mientras los activos de Brasil ascienden a 200,000 millones de dólares.
En el mismo análisis, el estratega de argumentó que “el FMI está trabajando en propuestas para ampliar el uso de los DEG”. De hecho, la misma directora gerente advirtió el lunes que seguían trabajando con la membresía para sensibilizar a los países ricos del FMI de generar cierto apoyo con los recursos que les corresponden de la histórica asignación.
Distribución regional
Tal como lo explicó el FMI, de los 650,000 millones de dólares que se distribuirán entre los 190 países miembros, las economías emergentes y en desarrollo absorberán 42% de estos recursos.
El análisis de Goldman Sachs estima que, de acuerdo con las proporciones de cuotas, las regiones más beneficiada por esta asignación serán las de Europa Emergente, y África, que en conjunto recibirán 89,100 millones de dólares. La región que recibirá la segunda proporción más alta de recursos será Asia, con 82,800 millones de dólares y la siguiente América Latina que captará 50,300 millones de dólares.
Activos de reserva
La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, explicó que los DEG no son un crédito y por tanto no generan deuda. No conllevan a ninguna condicionalidad para su uso como otro tipo de préstamos de los organismos internacionales, tienen una tasa de interés muy inferior a la del mercado (0.05%) y no tienen recargos asociados a la duración ni al monto”.
El senior Policy Fellow del Center for Global Development, Mark W. Plant explicó en una conferencia organizada por la Cepal, que los activos de reserva de los bancos centrales no son el espacio fiscal del gobierno. Son divisas ahorradas y guardadas en el banco central para regular el flujo de operaciones financieras internacionales y dar estabilidad a sus monedas.
Explicó que la situación de la pandemia y la urgencia de comprar vacunas en todo el mundo está orillando a las autoridades a abrir de forma única “la barrera” entre las arcas de los bancos centrales y las haciendas públicas.
El reto es dejar claro que se tienen que desarrollar las estrategias que permitan garantizar crecimiento económico de largo y mediano plazos. Porque sólo en ese contexto, las haciendas públicas tendrán la capacidad para generar sus propios ingresos.