Lectura 3:00 min
CIAT: se debe cambiar el sistema tributario para la economía digital
Desde el punto de vista fiscal, surge una serie de desafíos para la política tributaria ya que los sistemas tributarios fueron diseñados para otra época.
El Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT) reveló un informe en donde aseguró que la crisis económica provocada por la pandemia ha tenido un efecto doble sobre la economía digital y su posible tributación. Por un lado, se cambió el patrón de consumo y como resultado hubo una significativa expansión de algunos segmentos de la economía digital.
Por otra parte, está el impacto de la pandemia sobre las cuentas fiscales y la necesidad de obtener ingresos por parte de los gobiernos hace urgente gravar a la economía digital a través de la implementación del Impuesto al Valor Agregado (IVA), y también del Impuesto sobre la Renta sobre los bienes y servicios comercializados por vía digital.
“Es por ello que, desde el punto de vista fiscal, surge una serie de desafíos para la política tributaria y fiscalización ya que los sistemas tributarios fueron diseñados para otra época y otras circunstancias y por lo tanto presentan una serie de puntos débiles que favorecen la erosión de los ingresos fiscales provenientes de estos nuevos modelos”, argumentó el CIAT.
En el informe “Tributación indirecta sobre la economía digital y su potencial recaudatorio en América Latina. Emparejando la cancha en tiempos de crisis”, se detalla que actualmente los países de la región enfrentan de dos maneras el reto de gravar con IVA a los servicios digitales. En la primera se establecen mecanismos unilaterales como el uso de sistemas de retención sobre los medios de pago en operaciones realizadas a favor de empresas digitales.
La segunda, consiste en la aplicación de las medidas propuestas en materia de impuestos al consumo generadas en torno del proyecto Base Erosion and Profit Shifting (BEPS, por su sigla en inglés) puesta en marcha por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, que busca que las empresas digitales extranjeras sin domicilio físico en las jurisdicciones, paguen los impuestos correspondientes.
El CIAT opinó que de no tener un “piso parejo” sobre las empresas tecnológicas y las empresas con presencia física, las pérdidas de ingresos tributarios serán cada vez más importantes, no sólo por la expansión del sector digital sino porque las empresas de sectores tradicionales buscarán la forma de migrar hacia el sector digital y operar desde el exterior y se podría dañar al empleo, al crecimiento económico y el desarrollo de la economía digital local.
“En vista del crecimiento acelerado de la economía digital y las operaciones transfronterizas, resulta crucial que los países adapten sus legislaciones de IVA para gravar los servicios y bienes intangibles adquiridos en el exterior por empresas y consumidores residentes, al tiempo que contemplen mecanismos adecuados de recaudación y registro de contribuyentes”, detalla el informe.
Medición de la economía digital
El informe refiere que la medición de la economía digital —de la creación y captura de valor que están asociadas a ella—, está llena de dificultades ya que no existe una definición generalmente aceptada de qué es la economía digital; sin embargo se estima que el volumen de la economía digital oscilan entre 4.5 y 15.5% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.