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Cada vez se amplía más la brecha entre ingresos excedentes por crudo e ISR y estímulos a gasolina
El IMCO indicó que se dejarían de recaudar hasta 208,000 millones de pesos el siguiente año al mantener los estímulos fiscales.
La brecha entre los ingresos extra que está recibiendo el gobierno federal y lo que está destinando a los estímulos fiscales a los combustibles se está ampliando.
De acuerdo con datos preliminares del Servicio de Administración Tributaria (SAT) a septiembre, el gobierno registró ingresos excedentes por 175,978 millones de pesos, principalmente por petróleo y recaudación del Impuesto sobre la Renta (ISR), mientras que el costo de los estímulos sumó 307,791 millones de pesos.
Lo que contrasta con los datos registrados en los primeros seis meses del año cuando el erario obtuvo 159,437 millones de pesos más, monto que estuvo ligeramente por debajo de los 161,445 millones de pesos que representaron los apoyos fiscales a las gasolinas.
Los ingresos extra que este año ha obtenido el gobierno se explican, principalmente, por un mayor precio del petróleo, así como un buen comportamiento de la recaudación del Impuesto sobre la Renta (ISR), que en los primeros nueve meses del año acumuló un crecimiento anual de 14.5 por ciento.
Lo anterior se atribuye a un efecto de la implementación de la Ley Outsourcing, así como por mayor fiscalización por parte del SAT, que en el sexenio actual se ha caracterizado por ir tras los adeudos fiscales de los Grandes Contribuyentes.
El presidente Andrés Manuel López Obrador constantemente ha defendido el otorgamiento del estímulo fiscal sobre el IEPS a los combustibles, que si bien existían desde antes, ahora es parte del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic), junto con el complementario, que se empezó a aplicar en marzo y estuvo vigente hasta principios de agosto para Magna y Premium (al diésel se le sigue otorgando), en busca de evitar un incremento abrupto en el precio de la gasolina que presionara más a la inflación.
“De cara al cierre del año, las finanzas públicas continuarán sanas, a pesar de los subsidios a los combustibles que el gobierno de México decidió otorgar para proteger el poder adquisitivo de las familias mexicanas y el cual evitó que la inflación de nuestro país llegara a niveles de 12%”, declaró en días pasados Rogelio Ramírez de la O, titular de Hacienda ante en su comparecencia ante el Senado.
Continuará la pérdida
Ante el anuncio del gobierno de reforzar el Pacic con nuevas medidas en las cuales continuarán los estímulos fiscales a gasolinas, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) indicó que se dejarían de recaudar hasta 208,000 millones de pesos el siguiente año.
El cálculo, explicó, se hizo con base en un precio promedio de la mezcla mexicana de 68.7 dólares por barril que es proyectado en los Criterios Generales de Política Económica 2023. Con ello, se realizaron tres escenarios con precios de 58.7, 68.7 y 78.8 dólares por barril.
“De acuerdo con este análisis, se estima que se dejarían de recaudar 71,900 millones de pesos en el escenario bajo; 140,200 millones de pesos en el medio y 208,600 millones de pesos en el alto”.
El estimación sólo corresponde al costo fiscal bruto para el gobierno, sin considerar los ingresos excedentes que se obtendrían por el mayor costo del barril del petróleo dado que que la construcción de los escenarios se hizo con la información contenida en los CGPE, lo que implica que en el escenario medio, los ingresos extraordinarios serían iguales a cero, señaló el IMCO.
La pérdida recaudatoria estimada para el 2023, agregó, es similar al monto que se propone en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para la Secretaría de Salud, de 209,600 millones de pesos y sería más del doble del gasto previsto para la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, de 99,000 millones de pesos.
“El IMCO considera que el gobierno federal podría incorporar el costo de oportunidad de los recursos no recaudados en su análisis sobre la política de estímulos fiscales, así como sus costos medioambientales y de salud pública. Solo así se podrá valorar el costo en bienestar social que estos estímulos representan para la sociedad mexicana”.