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Cambios en política monetaria serán graduales, reitera BCE
Christine Lagarde, presidenta del banco central, dijo que cualquier decisión que se tome en marzo dependerá de los datos de inflación.
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, reiteró el lunes que cualquier cambio en la política monetaria será gradual, mientras los mercados esperan aumentos de las tasas de interés este año.
En unas declaraciones casi idénticas a las realizadas hace una semana, Lagarde dijo que hay un sesgo al alza de los riesgos de inflación, pero que el banco central pretende mantener la flexibilidad y que las decisiones de política monetaria en marzo dependerán de los siguientes datos sobre inflación.
“Cualquier ajuste de nuestra política monetaria será gradual”, dijo Lagarde ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia. “Necesitamos más que nunca mantener la flexibilidad y las opciones en la conducción de la política monetaria”.
En cuanto al objetivo de inflación, Lagarde dijo que corresponde a 2% a mediano plazo y que para lograrlo se “actuará en el debido momento”.
Asimismo, reconoció que el BCE está “muy consciente” de que mucha gente en la zona euro está preocupada por el alto costo de los productos, especialmente aquellos con ingresos bajos donde la carga ha recaído en mayor medida y deben afrontar diariamente las dificultades para lidiar con los precios.
La semana pasada, Lagarde dijo que los riesgos inflacionarios en la zona euro están aumentando, pero las presiones sobre los precios aún podrían remitir antes de que se consoliden las expectativas.
“Debemos tener en cuenta que las condiciones de la demanda en la zona del euro no muestran los mismos signos de sobrecalentamiento que se observan en otras grandes economías”, dijo Lagarde la semana pasada ante la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo.
La próxima reunión del BCE se llevará a cabo el 10 de marzo, la cual será de crucial importancia para decidir la rapidez con que la entidad reducirá su programa de compra de bonos y presentará sus nuevas proyecciones macroeconómicas ante al aumento de la inflación.
Hasta el momento la autoridad monetaria ha mantenido sin cambios su tasa de interés en 0%, esto a pesar de la alta inflación registrada que llegó a 5.1% en enero, según el reporte más reciente de la oficina europea de estadísticas, Eurostat.
BCE, criticado
Por otra parte, Lagarde también se enfrenta a críticas por parte de legisladores conservadores que cuestionan la estrategia ecológica del emisor, por considerarla una “distracción” de su deber de controlar la inflación.
Lagarde ha hecho de la lucha contra el cambio climático un objetivo clave y el BCE se comprometió el año pasado a tener más en cuenta el medio ambiente en las decisiones de política, como qué bonos comprar en su programa de estímulo de varios billones de euros.
Los legisladores del Partido Popular Europeo se oponen a lo que consideran una incursión en un ámbito político que va más allá de las competencias del BCE, especialmente cuando la inflación es alta.
El BCE es independiente del Parlamento, pero las objeciones de los legisladores pueden lastrar un debate ya muy lento sobre el papel del banco central de la zona euro en materia de clima y reforzar las reservas de algunas autoridades conservadores del organismo.
“El mandato principal del BCE es garantizar la estabilidad de los precios, algo que por el momento no lo está haciendo muy bien”, dijo el legislador alemán Markus Ferber en una declaración enviada por correo electrónico a Reuters. “Todo lo demás, como el “cambio verde”, es simplemente una distracción a la hora de lograr ese mandato primario”.
Él y su colega Georgios Kyrtsos han presentado varias enmiendas a los párrafos relacionados con la estrategia climática del BCE en un informe del Parlamento Europeo que se votará el martes.
Insisten en que el banco central debe ceñirse a la “neutralidad del mercado”, es decir, a la compra de bonos en proporción al importe en circulación. Esto cerraría implícitamente la puerta a comprar más deuda “verde” y menos bonos de empresas contaminantes.
Ferber dijo que los objetivos medioambientales no deben perseguirse a través de herramientas monetarias y que el BCE “crearía distorsiones” al comprar “sólo o predominantemente bonos verdes”, ya que ese mercado es todavía pequeño.