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Chile obtiene préstamo de 150 millones de dólares del Banco Mundial para impulsar hidrógeno verde
El Banco Mundial aprobó un préstamo de 150 millones de dólares a Chile con el objetivo de fomentar la inversión en hidrógeno verde; esta es la primera vez que otorga financiamiento a nivel global para promover esta fuente de energía limpia. Chile tiene como meta convertirse en uno de los principales productores de hidrógeno de bajo costo para el año 2030.
El Banco Mundial concedió 150 millones de dólares a Chile para incentivar la inversión en hidrógeno verde, en su primer préstamo a nivel global para promover esta fuente de energía no contaminante, informó este jueves la institución financiera.
Chile espera producir el hidrógeno de menor costo del mundo para 2030 y ser uno de los tres principales exportadores mundiales de esta energia para 2040.
El país sudamericano "tiene cualidades excepcionales para el desarrollo de una industria de hidrógeno verde competitiva, debido a sus renovables y su capacidad para atraer inversiones en proyectos de energía limpia a gran escala", afirmó Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, citado en un comunicado de la institución.
Según estimaciones de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde de Chile, esta industria podría generar hasta 330,000 millones de dólares en oportunidades de inversión privada y exportaciones por unos 30,000 millones de dólares en 2050.
Chile "tiene una ventaja comparativa con relación a muchas otras economías del mundo", afirmó el ministro de Hacienda chileno Mario Marcel, citado en el mismo comunicado.
El BM estima que su préstamo "permitirá acelerar el crecimiento verde del país, su transición energética y apoyar su compromiso de carbono neutralidad en 2050".
El préstamo será implementado por la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) de Chile y se destinará a establecer un fondo para el financiamiento mixto público y privado.
Beneficiará sobre todo a las comunidades locales y "contribuirá a generar empleos verdes, estimular la economía y descarbonizar las industrias", añade la nota.
Según Jaramillo, el proyecto "puede servir como modelo" para otros países de América Latina.
El hidrógeno verde no emite gases de efecto invernadero y ofrece la oportunidad de descarbonizar sectores en los que la electrificación no sería viable, como el industrial o el del transporte pesado o de larga distancia.
También mejora la seguridad energética, al almacenarse durante largos períodos, así como la alimentaria, dado que puede usarse para producir amoníaco verde, que se emplea como fertilizante.