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Consumidores de zona euro perciben menos inflación
Los consumidores de la zona euro redujeron sus expectativas de inflación, informó una nueva encuesta del Banco Central Europeo (BCE), lo que representó un alivio para los responsables políticos tras el inesperado aumento registrado un mes antes, aunque es probable que el crecimiento subyacente de los precios permanezca obstinado.
Los consumidores de la zona euro redujeron sus expectativas de inflación, informó una nueva encuesta del Banco Central Europeo (BCE), lo que representó un alivio para los responsables políticos tras el inesperado aumento registrado un mes antes, aunque es probable que el crecimiento subyacente de los precios permanezca obstinado.
La mediana de las expectativas de inflación para los próximos 12 meses cayó a 4.1% en abril, desde 5.0% de marzo, mientras que en los próximos tres años descendió a 2.5%, desde 2.9%, señaló el BCE, basándose en una encuesta mensual realizada a 14,000 adultos de los principales países de la zona euro.
El BCE ha incrementado las tasas de interés un total de 375 puntos base el último año para frenar el crecimiento desbocado de los precios pero la inflación aún podría tardar hasta el 2025 en volver a su objetivo de 2%, ya que el rápido crecimiento de los salarios y la fuerte demanda de servicios mantienen la presión sobre los costos.
Las cifras se publican en un momento en que el responsable holandés de política monetaria, Klaas Knot, se muestra prudentemente optimista sobre el crecimiento de los precios, al argumentar que lo peor de los problemas inflacionistas de Europa ya ha pasado.
No obstante, Knot advirtió que aún podría pasar algún tiempo antes de que la inflación, de 6.1% anual en mayo, esté totalmente bajo control.
“Como la inflación fue alta durante un largo periodo, se han acumulado presiones inflacionistas subyacentes (...) Es probable que las presiones sobre los precios en estos ámbitos resulten más difíciles de rebajar”, señaló Knot en un discurso.
Con todo, Knot afirmó que las expectativas a más largo plazo siguen decentemente ancladas y que cada vez hay más pruebas, tanto en las condiciones de financiamiento como en los indicadores macroeconómicos, de que la política del BCE funciona.
Es tranquilizador ver los primeros signos de que la reciente política monetaria se transmite realmente a la economía real”, añadió Knot.