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Controles de precios suelen imponer altos costos en los trabajadores: especialistas de la UNAM
Petersen advirtió que parte de la presión inflacionaria que vive México, como el resto del mundo, viene de los precios internacionales impactados por la guerra de Rusia y por las disrupciones en las cadenas de suministro.
La intención del presidente de México para aplicar controles de precios para aliviar la inflación está generando preocupación significativa entre inversionistas y expertos. Sería una medida en extremo disruptiva para la operación del libre mercado e impondría un alto costo sobre los trabajadores, consignaron estrategas de Eurasia Group y catedráticos de la UNAM.
Desde Nueva York, el analista senior para América Latina y México en Eurasia Group, Carlos Petersen, reconoció que la intención presidencial de imponer controles de precios muestra la preocupación que tiene por la inflación. Pero refirió la experiencia de los años 80 en el país, para argumentar que los controles de este tipo causaron trastornos económicos sustanciales como escasez.
Petersen advirtió que parte de la presión inflacionaria que vive México, como el resto del mundo, viene de los precios internacionales impactados por la guerra de Rusia y por las disrupciones en las cadenas de suministro. De manera que si estos factores externos no le dan un respiro a la trayectoria de la inflación, el plan de los controles de precios tendrá una razón adicional a la experiencia, para fallar.
Aparte, la catedrática e investigadora de la UNAM, Vianey García Pureco comentó que sería preferible desarrollar una estrategia que incentive al mercado doméstico, lo que motivará crecimiento económico y sin duda, generaría ingresos fiscalizables.
Y para fortalecer al motor económico interno bastaría con ampliar la capacidad recaudatoria y buscar las vías para ejercer de forma eficiente el gasto público. No será una medida de resolución inmediata, pero sí limitará la vulnerabilidad a los choques externos, aseguró.
Transferencias temporales: FMI y Banco Mundial
Economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), sugirieron aplicar estrategias temporales de transferencias focalizadas para las familias vulnerables y más expuestas a los aumentos de precios de alimentos y transporte.
Los subsidios directos suelen ser costosos fiscalmente y ante la trayectoria incierta de la guerra, generarían exposición innecesaria incluso para quienes tienen espacio fiscal para aplicarlos, advirtió el director para los países del Hemisferio Occidental del FMI, Ilan Golfjan, en conferencia de prensa.
Economistas del BM recomendaron aprovechar las redes de protección social para distribuir ahí los apoyos económicos para las familias de escasos recursos, de manera que les ayudarían a suavizar el impacto de estos aumentos de precios, reducirían el costo fiscal de las ayudas y permitirían a los precios internos ajustarse a la tensión de fuera.
Trabajadores pagarán el costo
Aparte, el Director y Coordinador del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (CEMPE) de la Facultad de Economía en la UNAM, Eduardo Loria, subrayó que los pactos que históricamente ha utilizado México para aplacar la inflación, han impuesto un alto costo en los trabajadores a través de la contención salarial y provocaron una reducción de oferta de empleo.
De repetirse la experiencia, el costo sobre los trabajadores se presentaría sobre un mercado laboral de por sí precarizado tras la pandemia y recuperación económica incompleta, refirió.
En la Conferencia Trimestral del CEMPE, el experto resaltó que la economía presenta una caída de la inversión privada, lo que nos hace pensar que es muy limitada la capacidad de crecimiento endógena. Y aunque se recuperaron rápidamente los empleos perdidos por la pandemia, los salarios se redujeron y aumentaron las cargas de trabajo. Es sobre este escenario que se recargaría el costo de imponer precios máximos a las empresas.
Controles de precios, catástrofe
A reserva de conocer los detalles sobre el plan que presentará el presidente Andrés Manuel López Obrador para que al menos 25 artículos de la canasta básica tengan límites máximos en sus precios, la especialista hizo un llamado a “tener mucho cuidado y revisar con delicadeza en qué consistirá el pacto”.
Mientras no flexibilicemos a la economía, no obtendremos resultados diferentes de la experiencia del pasado.
Loria resaltó que “los controles de precios auguran una catástrofe económica pues suelen provocar mercados paralelos, mercados negros y terminan por reventar los sistemas de pagos y acaban afectando a la moneda”.
Jolopo y Echeverría, crónicas del desastre
El experto de Eurasia Group, refirió la experiencia de controles de precios durante la administración de José López Portillo, entre 1976 y 1982, para referir que el gobierno tuvo que abandonar los controles por las distorsiones que ocasionaron.
De hecho enfatizó que en ese momento México atravesaba por una hiperinflación, y tras abandonar los controles tuvo que negociar con el sector privado para congelar temporalmente el precio de ciertos bienes.
En tanto el especialista del CEMPE tomó por ejemplo el control de precios que dirigió el gobierno de Luis Echeverria, que fue mandatario de México entre 1970 y 1976, que dijo generó disrupciones en el abasto de productos.
Recordó que la gente sacaba los alimentos de las tiendas en cobijas y sabanas, escondidos, pues no había abasto de la producción. De manera que “volver a los experimentos de control de precios es un desacierto mayúsculo que ha demostrado fracasos y resultados patéticos”.
kg