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Dan premio Nobel de Economía por estudiar salarios
Los académicos ganaron el premio por sus aportaciones relacionadas con el salario mínimo, la inmigración y mercado laboral.
Tres académicos obtuvieron ayer el premio Nobel de Economía 2021 por sus aportaciones pioneras en relación al salario mínimo, la inmigración y la educación en el mercado laboral. Se trata de David Card, Joshua Angrist y Guido Imbens, todos radicados en Estados Unidos, anunció la Real Academia Sueca de Ciencias.
Pero no solo eso, los especialistas en economía experimental también crearon un marco científico fuera de lo tradicional llamado “experimentos naturales”, lo que resulta en una nueva forma de sacar conclusiones en el ámbito económico.
David Card, de la Universidad de California en Berkeley, recibió la mitad del premio, mientras Joshua Angrist, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, y Guido Imbens, de Universidad de Stanford, compartieron el restante 50 por ciento.
“Muchas de las grandes cuestiones de las ciencias sociales tratan de causa y efecto. ¿Cómo afecta la inmigración a los niveles de salario y empleo? ¿Cómo afecta una educación más prolongada a los ingresos futuros de una persona? Estas preguntas son difíciles de responder porque no tenemos nada que usar como comparación. No sabemos qué hubiera pasado si hubiera habido menos inmigración o si esa persona no hubiera continuado estudiando”, expuso la Academia en su comunicado.
Sin embargo, los galardonados de este año han demostrado que es posible responder estas y otras preguntas similares mediante “experimentos naturales”. La clave es utilizar situaciones en las que los acontecimientos fortuitos o los cambios de políticas provoquen que grupos de personas que comparten características sean tratados de manera diferente, de una manera que se asemeje a los ensayos clínicos, explicó el organismo.
¿Qué son exactamente los "experimentos naturales"?
Los trabajos de David Card, Joshua Angrist y Guido Imbens se basan en “experimentos naturales”, un método innovador para la investigación empírica nacida en la década de los 90.
Los “experimentos naturales” son situaciones surgidas de la vida real que los economistas estudian y analizan para determinar relaciones de causa y efecto.
Se acercan en parte a los ensayos clínicos que permiten a los investigadores evaluar la eficacia de nuevos medicamentos, separando de forma aleatoria a distintos grupos sometidos a pruebas.
“Imitamos un poco lo que podría hacerse en un laboratorio” resume Julien Pinter, investigador de la universidad de Minho en Portugal y economista de BSI Economics.
Salario mínimo y empleo
El canadiense David Card y su colega estadounidense Alan Krueger (fallecido en 2019) estudiaron por ejemplo la relación entre salario mínimo y empleo gracias a un “experimento natural”.
Card, por ejemplo, estudió la relación entre inmigración y mercado de trabajo, basándose en un caso concreto: la instalación en Miami, Florida, en 1980 de decenas de miles de cubanos que el expresidente de Cuba, Fidel Castro, dejó salir del país.
El economista concluyó que esta ola de nuevos llegados no tuvo un impacto negativo en el empleo.
Joshua Angrist se interesó por su lado en el vínculo entre nivel de estudios y salario. Mientras Guido Imbens colaboró luego con Angrist para afinar la interpretación de estos resultados.
Para algunos economistas, los “experimentos naturales” deben ser manejados con precaución, pues el tamaño de las muestras y la escasa frecuencia de los acontecimientos observados no permiten siempre extraer conclusiones a gran escala.