Economía informal pierde terreno

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante el 2015 la informalidad aportó 23.6% de la actividad económica nacional, siendo la menor participación registrada desde que se realiza su medición.

Lo anterior se explica gracias a la dinámica más vigorosa de la economía formal frente a la informal, mostrando mejores resultados la mayor parte del periodo y, en particular, a partir del 2013.

Así, entre el 2003 y el 2015, el ingreso nacional creció en promedio 2.6% anual, mientras que la economía informal se elevó 1.7 por ciento.

El resultado es particularmente alentador si consideramos el impacto que suscitó la crisis del 2008 en los fundamentos macroeconómicos del país, cuya expresión más tangible fue la precarización de las condiciones materiales de la población, el desempleo y el apuntalamiento de la actividad informal.

Entre el 2008 y el 2009, la participación de la informalidad en el Producto Interno Bruto (PIB) pasó de 25.3 a 26.8 por ciento. Sin embargo, a partir de entonces comenzó a desinflarse hasta llegar a la cifra actual y promediar 25.6% entre el 2003 y el 2015.

Productividad

Una de las principales características del sector informal es su baja productividad, medida obtenida al comparar la cantidad de trabajadores empleados con el valor agregado que generan.

Durante el 2015, el sector informal aportó 23.6% del PIB empleando a más de la mitad de la población ocupada.

Contrariamente, el sector formal muestra una productividad sustancialmente mayor, puesto que aportó 76.4% del PIB, mientras que empleó a 42.1% de la población ocupada.

Dicho de otra forma, de cada 100 trabajadores mexicanos, el sector formal emplea en torno a 42 y el informal a 58.

Sin embargo, los 42 trabajadores empleados por el sector formal generan más de tres cuartas partes del producto total y los 58 trabajadores restantes producen menos de una cuarta parte.

Por otra parte, las diferencias en la estructura sectorial son notables, ya que mientras que la actividad formal recae en la producción manufacturera y una gran variedad de servicios, en la economía informal domina el comercio y las actividades manufactureras a pequeña escala (talleres domésticos), aportando más de la mitad del valor agregado: 33.6 y 17.2%, respectivamente.

En cambio, los sectores agropecuario, transporte, correos y almacenamiento, servicios personales, construcción y otros aportan 10.8, 8.1, 6.2, 5.9 y 18.2%, respectivamente.

Componentes de la informalidad

De acuerdo con la definición de Economía Informal adoptada por el Inegi, ésta se refiriere a los negocios no registrados de los hogares que participan en el mercado ofreciendo bienes y servicios, así como a todo el trabajo desempeñado en la economía que se encuentra desprovisto de un marco legal e institucional que lo ampare, por lo que carece de prestaciones sociales; esta categoría incluye a la ocupación agropecuaria y a los empleados domésticos.

En este sentido, del producto total aportado por la economía informal, 48% corresponde al sector informal, mientras que 52% a otras modalidades de informalidad, siendo éste último el componente que mayor disminución ha registrado, puesto que llegó a representar 62% de la economía informal en el 2008.

Por otra parte, la composición sectorial de las categorías contenidas en el sector informal es radicalmente distinta, debido a que en el sector informal la actividad sectorial es por mucho el componente más relevante: de 100 pesos de valor agregado generados en el sector informal, más de 53 corresponden al sector comercial, mientras que poco más de 17 al sector manufacturero y los 30 restantes se reparten entre el sector de la construcción, transporte, correos y almacenamiento, servicios personales, entre otros.

En las otras modalidades de informalidad existe mayor variedad entre las actividades desempeñadas, acumulando los sectores agropecuario, manufacturero y comercial poco más de la mitad del valor agregado, mientras que los sectores de transportes, correos y almacenamiento, servicios personales, reparaciones y mantenimiento, profesionales, científicos técnicos, construcción, alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas, financieros y de seguros y otros sectores, representa 46.6% restante del valor agregado.