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El BCE avanza hacia el fin de sus apoyos monetarios
Las compras de deuda que implementó el organismo para fortalecer la economía tras la pandemia expirarán a finales de marzo del 2022.
El Banco Central Europeo (BCE) anunció el jueves que suavizará su apoyo a la economía, a pesar de la propagación de la variante Ómicron, al tiempo que se mantiene preparado para responder a un repunte inflacionario.
La adquisición de deuda que forma parte de su programa de compras de emergencia contra la pandemia (PEPP, por su sigla en inglés), de 1.85 billones de euros (2.1 billones de dólares), se reducirán en el primer trimestre del 2022 para expirar a finales de marzo, dijo el organismo europeo presidido por Christine Lagarde.
El programa, que se puso en marcha en el 2020 para apuntalar a la economía y para que los mercados financieros se recuperaran del choque del Covid-19, funciona actualmente a un ritmo mensual de 70,000 millones de euros (79,000 millones de dólares) de compras netas de deuda privada y pública.
Retiro gradual
El BCE dejó abierta la posibilidad de prorrogar las compras o reactivar el programa si fuera necesario ante la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia.
Para no dejar a los mercados sin liquidez de golpe, el organismo central también ha previsto una dotación de compras adicionales después de marzo.
Esta cantidad se sumará al antiguo programa de recompra de bonos públicos y privados (llamado APP).
Actualmente, el organismo compra bajo este esquema 20,000 millones de euros al mes, pero entre abril y junio del 2022 elevará las compras a 40,000 millones. En el tercer trimestre bajarán a 30,000 millones y a partir de octubre éstas volverán a 20,000 millones euros mensuales.
“El progreso de la recuperación económica y el avance hacia el objetivo de inflación a mediano plazo permiten una reducción gradual del ritmo de las compras de activos”, dijo el BCE en un comunicado.
Alza de tasas todavía parece lejana
Por su parte, Christine Lagarde dijo que es muy poco probable que el BCE suba las tasas de interés el próximo año.
“En las circunstancias actuales es muy poco probable que aumentemos las tasas de interés en el 2022”, dijo Lagarde en una conferencia de prensa posterior a la reunión de política monetaria de la entidad.
“Pero tenemos que estar muy atentos a lo que nos dicen los datos. Y lo haremos en todas y cada una de las reuniones de política monetaria”, dijo quien fuera directora gerente del FMI.
Previsiones de crecimiento
El organismo encargado de la política monetaria de la zona euro rebajó el jueves su previsión de crecimiento del PIB de la región para el 2022 a 4.2%, pero la elevó a 2.9% para el 2023, en medio de una ola de infecciones de coronavirus y escasez de componentes.
Hasta ahora, la institución esperaba un crecimiento de 4.6% para el próximo año y 2.1% para el 2023.
Los economistas de la institución prevén un crecimiento de 5.1% para 2021 y de 1.6% en el 2024, dijo Lagarde, en conferencia de prensa.
Inflación, sin freno
En cuanto a la inflación, el instituto central elevó sus previsiones para la zona euro debido a los precios de la energía y la escasez en la industria.
La institución espera ahora que los precios suban 2.6% en el 2021 y 3.2% en el 2022, antes de estabilizarse en 1.8% en el 2023, dijo Lagarde.
Antes, el BCE esperaba que la inflación fuera de 2.2% en el 2021, de 1.7% en el 2022 y de 1.5% en el 2023.
El banco espera que la inflación vuelva por debajo de 2% a partir del 2023, en línea con otros bancos centrales.