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Economía

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En espera del tercer rescate, Grecia pone en ceros su factura

Entregó 2,000 millones de euros al Fondo y 3,500 millones al banco central.

Grecia se puso al corriente en sus pagos al Fondo Monetario Internacional (FMI), al que adeudaba 2,000 millones de euros por cuatro vencimientos de junio y uno de este mes. Atenas también logró pagar a tiempo los bonos comprados por el Banco Central Europeo (BCE) hace cinco años por valor de 3,500 millones de euros (más intereses).

Atenas logra así poner en cero el contador con dos de sus acreedores internacionales, gracias a un crédito puente de la Unión Europea de 7,160 millones de euros, que Bruselas espera descontar de un tercer rescate (2015-2018) de hasta 86,000 millones de euros.

Las negociaciones de esa tercera ronda de préstamos (tras la del 2010 y el 2012) comenzarán en breve, tan pronto como el gobierno de Alexis Tsipras cumpla las condiciones previas fijadas por la zona euro. Entre esas condiciones figuraba el aumento del IVA para numerosos productos.

La tasa máxima sigue siendo 23%, pero la supresión de excepciones subirá la media, que es de 13%, con el objetivo de recaudar 1,800 millones de euros más al año.

Los acreedores también han exigido antes de mañana, 22 de julio, una reforma de la ley de enjuiciamiento civil (para acelerar los procesos judiciales) y el establecimiento de la directiva europea sobre reestructuración bancaria, una norma que permite recapitalizar a los bancos con cargo a los accionistas, los tenedores de deuda subordinada y los depósitos no garantizados (por encima de 100,000 euros).

La votación de esas dos leyes en el Parlamento griego, prevista para mañana, marcará el nivel de resistencia del gobierno de Tsipras, cuyo grupo parlamentario ya registró la semana pasada 36 deserciones en el voto sobre el IVA.

Tsipras remodeló el sábado su gabinete para expulsar a los ministros rebeldes. Pero la revuelta en Syriza parece continuar y aumenta la presión para que el primer ministro convoque nuevas elecciones este otoño, menos de un año después de los comicios que en enero acabaron con cuatro décadas de alternancia de los conservadores de Nueva Democracia y los socialistas del Pasok.

No es el momento de celebrar elecciones anticipadas , se resistía en Atenas un portavoz del gobierno. Tsipras teme que la disolución de la Cámara frene o frustre las negociaciones del tercer rescate, lo que dejaría a Grecia sin financiamiento internacional y podría reabrir el debate sobre la salida del país del euro (Grexit). Lo que me preocupa es que algunos piensan que si salimos del euro no habrá necesidad de austeridad , se quejaba Nikos Pappas, ministro y aliado de Tsipras.

Atenas afronta el 20 de agosto otro vencimiento por 3,200 millones de euros con el BCE. Y la deuda con el FMI hasta final de septiembre supera los 1,700 millones, más 1,800 millones de euros hasta final de año. Sin ayuda exterior, Grecia volvería a incurrir en impagos y podría perder el apoyo del BCE.

Antes de volver a las urnas, Tsipras confía en lograr un acuerdo con los acreedores sobre el tercer rescate que permita estabilizar financieramente el país. El fondo de rescate de la zona euro, que aportará unos 50,000 millones de euros al nuevo rescate, calcula que el memorándum puede negociarse en unas cuatro semanas.

La negociación, sin embargo, puede complicarse por el alcance de los ajustes y recortes que reclama la zona euro a Grecia para compensar el deterioro económico de los últimos 12 meses (el segundo rescate se quedó bloqueado en junio del 2014, por la resistencia a cumplir las condiciones del gobierno de Samarás, primero, y del de Tsipras, después) y para recuperar la confianza en el gobierno griego.

Además de los objetivos presupuestarios, los acreedores exigirán que Atenas garantice antes de octubre el déficit cero del sistema de pensiones; la privatización de la red eléctrica, una reforma laboral, así como la privatización de activos públicos por valor de 50,000 millones de euros (en tres años) bajo supervisión de Bruselas.

La zona euro también prevé la necesidad de recapitalizar la banca griega y el tercer rescate reservará 10,000 millones de euros para las posibles necesidades inmediatas, sobre un plan de recapitalización de hasta 25,000 millones de euros.

Pero esa inyección de capital podría quedar supeditada a la imposición de quitas a accionistas y acreedores de los bancos (incluidos depósitos no garantizados), tal como prevé la directiva europea de resolución bancaria que mañana adoptará el Parlamento griego.

La fórmula ya se aplicó en el 2013 en el rescate de Chipre, modelo que la zona euro quiere generalizar. La contribución de los depósitos al rescate ascendió entonces a 9,400 millones de euros.

La reestructura implicaría ?un aumento en los plazos ?o reducir las tasas: analista

Una semana después del acuerdo para otorgar un tercer rescate financiero a Grecia, los acreedores de Atenas están estudiando distintas opciones para una futura reestructuración de la enorme deuda que lastra la economía del país. Descartada la quita, la reestructuración tendría que pasar por un aumento de los plazos de rembolso o una reducción de las tasas de interés. (Con información de AFP)

Éstas son las distintas opciones:

Bajar tasa de interés. Para rebajar el peso de la deuda, que representa 177% del Producto Interno Bruto (PIB) griego –unos 312,000 millones de euros–, sus acreedores podrían reducir las tasas de interés.

Sin embargo, esta opción tiene el problema de que las tasas ya son muy parecidas a las tasas de interés con las que los acreedores se financian en los mercados , explica Frédérik Ducrozet, economista en Crédit Agricole.

Desde el 2012, la deuda griega está mayoritariamente en manos de estados europeos, bien a través del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (130,900 millones de euros) o a través de préstamos bilaterales (53,000 millones de euros).

Esto significa que estos países ya están financiando a Atenas prácticamente a precio de costo, por lo que la reducción de las tasas sólo podría ser de entre 0.1 y 0.25%, según Ducrozet.

Una reducción más importante sería en principio imposible, porque el tratado de Lisboa impide que los estados presten a una tasa inferior a la que ellos mismos toman prestado.

Alargar fechas de rembolso. Otra posibilidad para aliviar la deuda sin tocar su valor nominal (algo que los países europeos, empezando por Alemania, se niegan a hacer) sería alargar la fecha en la que Grecia tendrá que empezar a rembolsar.

Actualmente este periodo de gracia , durante el cual Atenas no tiene que efectuar rembolsos, es de unos 10 años en los préstamos concedidos por los países europeos, pero el Fondo Monetario Internacional (FMI) sugirió en un informe que este periodo tendría que ser de 30 años.

No obstante, la propuesta no afectaría los préstamos a Grecia del propio FMI (21,000 millones de euros) ni la deuda en manos de los bancos centrales europeos (23,000 millones), que tienen periodos de rembolso más cortos porque los estatutos de estas instituciones no permiten la reestructuración.

Extender los vencimientos. Si se alargara el periodo de gracia, automáticamente las fechas de los vencimientos de la deuda tendrían que aplazarse para evitar que los pagos se concentren en un periodo demasiado corto en el tiempo.

Hay dos maneras de alargar los vencimientos: aplazarlos en paralelo al nuevo periodo de Grecia, manteniendo las mismas fechas, o bien alargar el vencimiento de la deuda para que Grecia pudiera, por ejemplo, pagar en 40 años lo que en principio tenía que pagar en 30.

El vencimiento de la deuda griega (de una media de 16 años, mucho más que la media de la zona euro) ya ha sido alargado considerablemente en los últimos años, pero, según Frédérik Ducrozet, todavía podría alargarse más.

Bolsas, limitada reacción

Las principales bolsas de valores europeas lograron hilar el lunes nueve jornadas consecutivas de ganancias, en una sesión caracterizada por la reapertura de los bancos, después de tres semanas de permanecer cerrados y de la entrada en vigor de un IVA de 23 por ciento.

Grecia y sus acreedores llegaron a un acuerdo el fin de semana y aseguró el financiamiento por más de 7,000 millones de euros.

En este contexto, la ganancia más significativa fue la del índice francés FTSE MIB, con una ganancia de 1.12%, mientras que la Bolsa de Lisboa quedó al final con un alza mínima de 0.02 por ciento.

Por su parte, el índice FTSEurofirst 300 cerró con una alza de 0.33%, sobre los 1,613.95 puntos, cerca de mínimos de la sesión.

El índice más amplio, Stoxx Europe 600, subió 0.28% en los 406.80 puntos.

En el mercado de divisas, el euro subió 0.02% a 1.0825 dólares por unidad , ante sólidos datos de inflación e inmobiliarios en Estados Unidos.

El índice del dólar cayó 0.08% a 98.00 en el cierre en Europa. (Con información de Redacción)

Crisis griega afecta hasta ?a los muertos

La crisis financiera de Grecia ha perturbado todos los aspectos de la vida diaria, incluyendo la muerte. Las funerarias de Grecia pasan apuros para lidiar con las restricciones bancarias que limitan el retiro de efectivo de los clientes a 60 euros al día.

Un modesto servicio fúnebre en Grecia cuesta más de 15 veces esa cantidad en un país que acostumbra llevar a cabo los funerales al poco tiempo de la muerte y paga por ellos en efectivo casi en su totalidad.

Especialmente esta semana, con los controles de capital de los bancos, sin importar de dónde viniera el dinero, ni siquiera podíamos recuperar nuestros gastos , sostuvo Eustratios Voulamandis, quien dirige una funeraria en un vecindario de clase trabajadora en el occidente de Atenas.

En un cuarto trasero de la funeraria, el trabajo continúa, conforme los empleados remueven el plástico transparente de ataúdes y utilizan una pistola de grapas para ajustar la tela decorativa alrededor de los féretros.

Pero el negocio de Voulamandis depende de pagos únicos hechos por los dolientes que comienzan en 800 euros y que por ahora son imposibles de reunir.

Para comenzar un servicio funerario, necesitamos entre 800 y 1,000 euros, pero la gente nos está dando 50, 70 o incluso 20 euros y nos dicen que es lo único que tienen , comentó.

Las funerarias exigen esa cantidad por anticipado con el temor de no recibir todo su dinero una vez concluida la ceremonia y mientras exista falta de liquidez. Y casi siempre el pago es en efectivo.

Las tarjetas de crédito, y especialmente cheques, rara vez se utilizan para tales transacciones en Grecia, que sigue siendo una economía basada en el efectivo. Las dificultades de reunir dinero han causado algunas consecuencias macabras, indicaron Voulamandis y otros operadores funerarios.

Algunos cuerpos han tenido que pasar más tiempo del acostumbrado en la morgue y otros tienen que declararse en bancarrota legal para que el estado pueda financiar el funeral para sus parientes.

Petros Kampitsis, un albañil que hace lápidas de mármol cerca de un cementerio en Atenas, expresó que los griegos ahora optan por los servicios de entierro más básicos, una medida que acaba con su negocio.

Tenemos un problema grande, un problema muy grande (...) La gente no tiene dinero e intenta organizar velorios al costo más bajo posible , dijo. Una vez que los funerales se llevaron a cabo, lo que queda es una tumba por decorar. ¿Pero qué pasa si no tienes dinero? Eso no sucede , dijo.

La falta de efectivo significa que la industria está paralizada , agregó.

Otros servicios que se han visto afectados por el alza del gravamen son los restaurantes, cafeterías, academias de refuerzo muy populares entre estudiantes griegos que intentan compensar las deficiencias del sistema escolar , clases de idiomas y centros de aprendizaje de informática, así como los servicios de taxis. (Con información de AP)

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