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En su segundo año, la 4T favorece a dependencias de programas insignia
La estrategia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador es que el país recupere la capacidad de generar energía, tanto en la parte petrolera como en la de electricidad, y apoyar a grupos de la población que no eran atendidos al 100 por ciento.
Para el 2020, la administración de Andrés Manuel López Obrador cumplirá dos años de su gobierno en el que las dependencias que desarrollan sus programas insignia se ven favorecidas con mayores recursos; mientras que en otros organismos clave, que impulsan la inversión en infraestructura, se reducen los recursos.
En un ejercicio hecho por El Economista se comparó el gasto que se le asignó a los ramos administrativos, desde el 2018 —último año de gobierno de Enrique Peña Nieto—, contra el presupuesto que se aprobó recientemente en la Cámara de Diputados para el ejercicio fiscal 2020, considerando la inflación esperada para ese año de 3% promedio.
De esta manera, las 26 dependencias que conforman los ramos administrativos tendrán un presupuesto por 1 billón 148,400.2 millones de pesos en el 2020, lo que significa un aumento de 5.7%, en términos reales y respecto a lo que se aprobó en el 2018.
La Secretaría de Energía (Sener), a cargo de Rocío Nahle, es la dependencia con el mayor aumento presupuestario, pues entre el 2018 y el 2020 su gasto pasó de 2,470.3 millones de pesos a 48,507.3 millones de pesos, es decir, su presupuesto creció 18.5 veces. Dicha dependencia se encargará del proyecto de la refinería de Dos Bocas en Tabasco.
En tanto, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), que lidera Luisa María Alcalde, tendrá un presupuesto, en el 2020, 6.7 veces mayor al del 2018, al pasar de 4,283 millones de pesos a 28,860.7 millones de pesos. Esta dependencia se encargará del programa Jóvenes Construyendo el Futuro.
De la misma manera, la Secretaría del Bienestar, bajo el mando de María Luisa Albores, tendrá un presupuesto para el próximo año de 181,475.1 millones de pesos, lo que significa 60.4% más a lo que reportó en el 2018, cuando todavía era la Secretaría de Desarrollo Social por 106,645.5 millones de pesos.
Mayor participación del Estado
Expertos consideran que la estrategia del gobierno de López Obrador es que el país recupere su capacidad de generar energía, tanto en la parte petrolera como en la parte de electricidad, así como apoyar a grupos de la población que no estaban siendo atendidos 100%, como las personas de la tercera edad y los jóvenes que no trabajan ni estudian.
Sin embargo, difieren de la manera en la que se están llevando a cabo las estrategias, pues no hay claridad sobre cómo se lograrán las metas que se establecen en el sector energético o bajo qué reglas de operación funcionará el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, el cual tendrá recursos por 25,614.2 millones de pesos.
Se le da una fuerza política a la Sener que durante muchos años fue perdiendo, había quedado como una dependencia directiva porque los recursos estaban en Petróleos Mexicanos y en la Comisión Federal de Electricidad, y en este caso los proyectos estratégicos, una parte está asignada a la Sener para que los ejerza de manera muy específica”, dijo José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
Raymundo Tenorio, economista del Tecnológico de Monterrey, recordó que, a pesar de las críticas y de los estudios que comprobaron su falta de rentabilidad, para el 2020 se destinarán recursos para la refinería Dos Bocas en Tabasco, por 41,300 millones de pesos y para el programa Sembrando Vida por 28,500 millones de pesos.
Menos dinero a donde se fomenta la inversión
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), una de las dependencias que ayuda a impulsar la inversión en infraestructura como carreteras y mantenimiento de obras públicas, tendrá un presupuesto para el 2020 por 54,374 millones de pesos, lo que significa una reducción de 39.4%, respecto al presupuesto que tuvo en el 2018.
En la misma situación se encuentra la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), la cual, entre el 2018 y el 2020, ha tenido una reducción en su presupuesto de 37.8%, al pasar de 76, 518 millones de pesos, a 47,576.9 millones de pesos.
La Oficina de la Presidencia, que entre el 2018 y el 2020 presentó una reducción de 51.8%, al pasar de un presupuesto de 1,907 millones de pesos a 919 millones de pesos, de acuerdo con datos del Presupuesto de Egresos de la Federación del 2018 y 2020.
“Los recursos que se recortan a presidencia aparentemente se redujeron porque ya no iba existir el Estado Mayor Presidencial, pero lo cierto es que esos recursos ahora están distribuidos en la Secretaría de Defensa Nacional, y prueba de ello es que las personas que están a cargo de la protección de Evo Morales antes estaban en el Estado Mayor. Hubo un movimiento, no un recorte”, consideró Tenorio.
Productividad de instituciones públicas, la afectada
De la Cruz consideró que los recortes a las dependencias públicas afectarán su productividad; además de que el sector público está dejando de ser atractivo por las restricciones salariales y que en cierto periodo no se pueda trabajar en el sector privado.
“El hecho de que se hayan aplicado recortes en las áreas directivas y estratégicas sí afecta la capacidad de operación del gobierno; me parece que parte de las dependencias y algunas instituciones no están operando adecuadamente o que tienen cierto rezago, es debido a la fuga de capital humano”.
A su parecer, en el corto plazo, los recortes en la burocracia implican la liberación de recursos, el problema es que, en el mediano y largo, se pierda capacidad de operación, estrategia y que los resultados no sean los esperados.