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Economía

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Entrega de gas ruso, condicionado a retiro de sanciones

Según el portavoz del Kremlin, los castigos perturban la capacidad de Siemens para reparar la fuga de aceite en gasoducto Nord Stream 1.

Vemos incesantes intentos de trasladar la responsabilidad y culpa hacia nosotros (…) Los rechazamos categóricamente e insistimos que occidente, en su conjunto, es el culpable de que la situación haya llegado a este punto”.

Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin.

Europa ha escuchado lo que temía desde febrero, Rusia confirmó ayer que la empresa estatal de gas, Gazprom, reanudará el suministro de gas a través del gasoducto Nord Stream hasta que occidente suavice o elimine las sanciones económicas.

Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, fue el encargado de dar la noticia a través de una conferencia telefónica con periodistas y culpó a occidente de la crisis energética.

Cuando se le preguntó si Nord Stream reanudaría el bombeo en caso de que se suavizaran las sanciones, Peskov dijo: “Definitivamente”.

Según el portavoz, las sanciones perturban la capacidad de Siemens Energy, empresa que suministra y da servicio a los equipos del oleoducto, para reparar la fuga de aceite del motor.

“Los problemas con el suministro de gas surgieron debido a las sanciones impuestas a nuestro país por los estados occidentales, incluidos Alemania y Reino Unido”, dijo Peskov.

El funcionario ruso acusó que existen incesantes intentos de trasladar la responsabilidad y la culpa hacia Rusia. “Los rechazamos categóricamente e insistimos que occidente, en su conjunto, es el culpable de que la situación haya llegado a este punto”, mencionó.

El Kremlin también advirtió que Rusia tomará represalias por la propuesta del G7 de imponer un tope de precios al petróleo ruso, una medida que probablemente no perjudique a Rusia a menos que China e India hagan lo mismo. “Sólo puede haber medidas de represalia”, dijo Peskov.

El viernes Gazprom informó de la detección de una fuga de aceite de motor en la única turbina que seguía funcionando en Portovaya (la cual impulsa el gas hacia Alemania a través de Nord Stream 1) por lo que cortaría el gas hasta que fuera reparada.

De acuerdo con Gazprom, la empresa recibió ayer una advertencia por parte de los reguladores rusos donde señalan que la estación de compresión de Portovaya ya no cumple con los requisitos de seguridad.

Ayer citó a Siemens, diciendo que “las causas de la fuga de aceite sólo pueden ser eliminadas por una empresa de reparación especializada”. Su declaración indicó que Portovaya es ahora una instalación de producción peligrosa y ya no puede operar de manera legal.

Siemens Energy dijo el sábado que no se le había encargado el trabajo y que la fuga denunciada por Gazprom no suele afectar al funcionamiento de una turbina y puede sellarse in situ.

Al usar sus vastas reservas siberianas de gas y petróleo para aguijonear a occidente por su apoyo a Ucrania, Rusia ha elevado su apuestas en la guerra al provocar una ola de inflación que podría llevar a las mayores economías de Europa a una recesión.

Rusia es el segundo exportador mundial de petróleo, después de Arabia Saudita, y el primer exportador mundial de gas natural y trigo.

Europa importa de Rusia alrededor de 40% de su gas y 30% de su petróleo.

El Kremlin culpó a las élites políticas europeas del aumento de la factura energética de sus consumidores.

“Es obvio que Europa empeora para la gente, los empresarios, las empresas, para vivir y trabajar: se gana menos dinero, el nivel de vida cae”, dijo Peskov.

Finalmente aseguró que los ciudadanos tendrán cada vez más dudas sobre el liderazgo de sus países.

Francia y Alemania, apoyo mutuo

Ante las palabras de Rusia, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, mencionó que su país y Alemania se suministrarán mutuamente energía durante el invierno en caso de ser necesario.

“Finalizaremos las conexiones gasísticas para poder suministrar gas a Alemania si necesita solidaridad y esta última se preparará para producir más electricidad y suministrarnos en situaciones de alto consumo”, dijo Macron a la prensa.

Además de la solidaridad, el gobierno francés aboga por las reservas de gas y el ahorro de energía para enfrentar un eventual frío invierno, pero no descarta un racionamiento o cortes de electricidad si sus llamados para el ahorro no funcionan.

“Si colectivamente nos comportarnos de manera más sobria y ahorramos energía en todas partes, no habrá racionamiento ni cortes”, reiteró el jefe de Estado, que fijó como objetivo 10% de ahorro de energía respecto a un periodo sin crisis.

Por su parte, Alemania anunció que mantendrá en reserva hasta la primavera del 2023 dos centrales nucleares.

De esta manera, el canciller, Olaf Scholz, da marcha atrás en el cierre definitivo de las dos últimas centrales previsto para finales del 2022 que son Isar 2 y Neckarwestheim 2.

“Es muy improbable que el sistema eléctrico experimente situaciones de crisis durante algunas horas en el invierno, pero actualmente no lo podemos excluir del todo”, justificó el ministro de Economía, Robert Habeck, en un comunicado.

valores@eleconomista.mx

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