Lectura 3:00 min
España sería el cuarto país de la zona euro en pedir rescate
España podría ser el cuarto país de la Unión Europea en recurrir a un rescate financiero, tras la presentación de un presupuesto de austeridad en medio de manifestaciones y cuando la presión de los mercados parece no aflojar.
España podría ser el cuarto país de la Unión Europea en recurrir a un rescate financiero, tras la presentación de un presupuesto de austeridad en medio de manifestaciones y cuando la presión de los mercados parece no aflojar.
El calendario podría acelerar las decisiones del gobierno español ya que España estará al orden del día de la reunión del eurogrupo del lunes 8 de octubre y de la cumbre europea del 18 y 19 de octubre.
El país vivió una semana agitada entre manifestaciones en contra de la austeridad, un déficit más elevado que lo previsto a pesar del plan de ajuste y el anuncio de elecciones anticipadas en una Cataluña con anhelos independentistas.
A la vez, sigue a la espera de que Moodys rebaje la nota del país a la categoría especulativa, una decisión que se antoja inminente.
LA TENSIÓN DE LOS MERCADOS
El BCE apaciguó a los mercados al presentar a principios de septiembre medidas de apoyo para los países más debilitados de la región, a través de la compra de obligaciones. Pero, desde entonces, la tensión volvió a los mercados y España vio sus costos de financiamiento dispararse de nuevo.
El gobierno español, aunque parece ahora aceptar esta eventualidad, sigue temiendo las estrictas condiciones que le serán impuestas a cambio.
El país reveló que sus bancos no pedirán más que 40,000 millones de euros de la eurozona, lejos de los 100,000 millones prometidos en junio, un anuncio bienvenido por el eurogrupo y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los inversionistas interpretan el presupuesto y las reformas presentadas como un paso más hacia el rescate que -según ellos- no solucionará los problemas de España y de la eurozona enfatizó también en una nota de Money Group.
Las últimas cifras publicadas sobre la situación española no son muy alentadores: la mala situación de los bancos, que ya recibieron miles de millones de fondos públicos, elevará la deuda en el 2012 a 85.3% del PIB y el déficit a 7.4%, lejos de 6.3% prometido a Europa.
Miles de personas respondieron al llamado del movimiento de los Indignados y rodearon el Congreso en Madrid para protestar en contra de los planes de austeridad del gobierno, pidiendo a los dirigentes políticos que dimitan de sus cargos.
