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Economía

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Gasto en inversión física tiene su mejor enero desde el 2009; aumentó 65%

Se gastaron casi nueve de cada 10 pesos ejercidos del presupuesto en infraestructura, incluso fue ligeramente mayor al costo financiero de la deuda.

El gasto en inversión física tuvo, en enero pasado, su mejor arranque de año desde el 2009, de acuerdo con la información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

En enero pasado, el gobierno federal destinó 71,539 millones de pesos a la inversión física, lo que representó un crecimiento de 65% en comparación anual.

Lo anterior fue el mayor crecimiento del gasto en infraestructura observado para un arranque del año desde el 2009, cuando el aumento fue de 95.5 por ciento.

Si bien el aumento es importante en una coyuntura donde se busca terminar los grandes proyectos del gobierno actual, el nivel de gasto es menor al observado en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

Aun con los proyectos clave de la presente administración, la inversión pública se encuentra por debajo del sexenio anterior. La razón: en promedio, en los cuatro (primeros) años del sexenio la inversión física total ha logrado crecer en promedio sólo 4.8% anual, que se compara negativamente contra el crecimiento de 7.6% con Peña o 18.4% con Felipe Calderón”, indicó México Evalúa.

Con el dato de enero, el gobierno gastó casi nueve de cada 10 pesos ejercidos del presupuesto en infraestructura, e incluso fue ligeramente mayor al costo financiero de la deuda, al que se le destinaron 70,860 millones de pesos en el periodo.

El gasto en infraestructura es uno de los rubros importantes del presupuesto, ya que estas obras impulsan la actividad económica al generar, por ejemplo, puestos de trabajo, al tiempo que brinda bienestar a la población al crear lugares para prestar servicios, como pueden ser escuelas y hospitales.

Protección ambiental, combustibles y energía impulsan

Al interior del informe de la Secretaría de Hacienda, si se hace un acercamiento por clasificación funcional, se observó que los rubros de protección ambiental y combustibles y energía mostraron crecimientos de tres dígitos en enero.

En el caso del gasto en inversión física en protección ambiental, el gobierno destinó 63.3 millones de pesos, lo que significó un crecimiento de 173% en comparación anual.

En tanto, en gasto en infraestructura en energía y combustibles fue de 46,489 millones de pesos, un aumento de 170% en comparación con enero del año pasado. Además, fue el gasto más fuerte al interior de los recursos ejercidos en la inversión física.

En el otro extremo, se observó una caída de 93% en el rubro de justicia, esto debido a que empezó el año con una modesta inversión (no se detalla), mientras que el gasto en infraestructura en transportes cayó 50.2%, esto debido a un desembolso en este rubro por un monto que alcanzó  238 millones de pesos.

Van por 1.11 bdp

De acuerdo con lo aprobado en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), para este año el gobierno espera gastar 1.11 billones de pesos en inversión física.

Lo anterior es 11% menor a lo que se aprobó para el año pasado, en donde el gobierno también estimó que se ejercieron más de 1 billón de pesos, pero ante la debilidad de los ingresos públicos no se logró.

“Este recorte presupuestal con respecto al monto aprobado en el 2023 se presenta en un momento crítico, ya que coincide con la tendencia a nivel global de relocalizar las cadenas de valor –fenómeno conocido como nearshoring– y con la necesidad de incrementar la oferta de infraestructura pública productiva en áreas clave como conectividad, electricidad y abastecimiento de agua”, indicó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en un análisis.

En este sentido, señaló que para este año se aprobaron recortes en el gasto de estos dos rubros.

En el caso del gasto en inversión destinado para el suministro de energía eléctrica, para este año se aprobaron 18% menos recursos en comparación con el año pasado, mientras que lo destinado para el abastecimiento de agua caerá 6.3 por ciento.

“Parte de este gasto de inversión corresponde también a proyectos cuya construcción se ha ejecutado en un marco de opacidad y sin estudios técnicos que permitan conocer si el beneficio potencial que recibirá la sociedad mexicana una vez que se concluyan será, o no, mayor a su costo de construcción, operación y mantenimiento, incluidos sus costos medioambientales”, agregó el IMCO.

Ejemplo de esto, añadió, son proyectos como el Istmo de Tehuantepec y la Refinería Olmeca, los cuales no están registrados en la cartera de programas y proyectos de inversión de la Secretaría de Hacienda, lo que impide conocer aspectos como su avance físico y financiero a pesar de sus compromisos plurianuales de gasto.

ana.martinez@eleconomista.mx

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