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Gobernadores del BCE evalúan retrasar llamado sobre futuras compras de bonos ante turbio panorama
El Consejo de Gobierno del BCE se reunirá el 16 de diciembre para decidir si pone fin a sus compras de bonos de emergencia en marzo y cuánta deuda comprar después de esa fecha en un esfuerzo por estabilizar la inflación en la zona euro en un 2 por ciento.
Un número creciente de gobernadores del Banco Central Europeo está evaluando retrasar parte de una decisión sobre los planes de estímulo de la entidad, ya que el panorama se ha visto empañado por una nueva variante del coronavirus y las crecientes presiones sobre los precios, dijeron varias fuentes.
El Consejo de Gobierno del BCE se reunirá el 16 de diciembre para decidir si pone fin a sus compras de bonos de emergencia en marzo y cuánta deuda comprar después de esa fecha en un esfuerzo por estabilizar la inflación en la zona euro en un 2 por ciento.
Con ocasión del seminario que reúne este miércoles a las autoridades monetarias, tres fuentes en el Consejo de Gobierno del BCE o cercanas a él dijeron que había un acuerdo para poner fin al Programa de Compras de Emergencia Pandémica (PEPP, por sus siglas en inglés) en marzo, como lo señaló repetidamente la presidenta Christine Lagarde.
No obstante, algunos gobernadores estarían a favor de dejar la decisión sobre las compras de bonos después de marzo para la siguiente reunión de política del 3 de febrero, cuando se conocerá más sobre el impacto de la variante Ómicron y las perspectivas de inflación, agregaron las fuentes.
Es probable que se enfrenten a cierta resistencia por parte del Comité Ejecutivo del BCE, que ha dado orientaciones sobre una decisión en diciembre y podría querer evitar molestias a los inversores en bonos, que buscan tranquilidad.
Ante las presiones del mercado, otra posibilidad es diseñar planes en diciembre solo durante los primeros meses tras el fin del PEPP, lo que permitiría a las autoridades revisar su decisión a principios de 2022, agregaron las fuentes. Un portavoz del BCE declinó hacer comentarios.
Las autoridades monetarias se volvieron menos seguras sobre las perspectivas durante la semana pasada, ya que la aparición de Ómicron trajo de vuelta las restricciones de viaje y sacudió a los mercados financieros.
Al mismo tiempo, la inflación alcanzó un récord del 4.9% el martes y mostró signos de ampliarse a más partes de la economía, lo que sugiere que los precios se mantendrán más altos por más tiempo y posiblemente impulsen la inflación salarial.
Las dudas se vieron probablemente agravadas el martes, cuando el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, abandonó su afirmación de que el reciente aumento de la inflación en Estados Unidos es transitorio e indicó que la institución podría retirar su apoyo más rápido de lo planeado.
Hasta ahora, el BCE se ha mantenido en su línea de que la inflación fue impulsada sobre todo por factores temporales como el aumento de los precios de la energía, los cuellos de botella en la oferta y los efectos de base de la caída del año pasado.