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Economía

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Inflación cede y se ubica en 8.14%; presiones en alimentos continúan

El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró, en la primera quincena de noviembre, un aumento quincenal de 0.56%, mientras que a tasa anual los precios aumentaron en 8.14 por ciento.

La inflación subyacente mantiene los focos rojos al continuar al alza, en contraste con la desaceleración que ha mostrado la inflación general en las últimas quincenas, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En la primera mitad de noviembre, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un aumento quincenal de 0.56%, mientras que a tasa anual los precios aumentaron en 8.14%, dato menor a 8.28% reportado en la quincena previa.

De esta manera la inflación, que en gran parte de este año golpeó los bolsillos de los consumidores por los altos niveles que registró, hiló cinco quincenas a la baja.

No obstante, las presiones en los precios de los alimentos continuaron, lo cual llevó a que la inflación subyacente –que elimina de su cálculo los bienes y servicios con precios más volátiles– se acelerara a 8.66% desde 8.45% de la última quincena de octubre. Este es su mayor nivel desde agosto del 2000.

“Sube la inflación subyacente a 8.66% en la primera quincena de noviembre. Tengan cuidado en la interpretación de esta cifra, pues el Buen Fin del 2021 fue en la primera quincena y ahora fue en la segunda. Ante esto, es de esperar una caída en la subyacente en la segunda quincena”, señaló Jonathan Heath, subgobernador de Banco de México, en redes sociales.

Jessica Roldán, directora de Análisis Económico de Finamex, detalló que quincena contra quincena, el índice subyacente presentó una variación de 0.34%, lo doble para un periodo similar en al menos los últimos 10 años.

“Las presiones se han reducido en el margen, pero siguen siendo importantes. Por ejemplo, la inflación subyacente fue de 0.34%, que es el doble de lo que era para esta quincena normalmente, eso sugiere que todavía hay presiones. Las siguientes quincenas son algo difíciles y ruidosas de medir,  por un lado está el efecto del Buen Fin en la segunda mitad de noviembre y, por el otro lado, en la primera quincena de diciembre finalmente se verá un efecto rebote con los descuentos que suele haber”, dijo.

Dentro del rubro subyacente, el precio de las mercancías incrementó en 11.50%, lo que se explicó principalmente por el aumento de 14.10% de los alimentos, bebidas y tabaco. En tanto, las mercancías no alimenticias se encarecieron en 8.60 por ciento.

En el lado de los servicios, la inflación que se reportó en el periodo fue de 5.40 por ciento. Al interior, la vivienda aumentó su precio en 3.10%, mientras que los servicios educativos en 4.49% y otros servicios en 7.58 por ciento.

Mejora el clima para la no subyacente

En el caso de la inflación no subyacente, el dato anual fue de 6.62%, lo que reflejó una marcada desaceleración desde 7.72% previo.

“Durante la primera quincena de septiembre, la no subyacente aportó 30% del total de la inflación, mientras que, para esta quincena, su participación ha bajado a 20 por ciento. De lo anterior, mucho tiene que ver con los retrocesos quincenales en frutas y verduras como la cebolla, la papa y el tomate, que en meses pasados sucumbieron al mal clima y a otros desequilibrios de la oferta”, señaló Marcos Daniel Arias, analista de Monex.

Al interior de este índice, el rubro con más presión fue el de los agropecuarios, cuyo precio aumentó 10.59 por ciento. Aquí, las frutas y verduras aumentaron 6.41% mientras que los pecuarios 14.26 por ciento.

El otro rubro que lo componen los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno, presentó una inflación de 3.52% anual. Del lado de los energéticos, el incremento del precio fue de 2.70% anual, mientras que en las tarifas fue de 5.61 por ciento.

Repunte al cierre del año

Si bien la inflación general ha reportado desaceleraciones en los últimos meses, analistas esperan que al cierre del año se vuelva a acelerar.

Jessica Roldán señaló que si bien en el componente energético se han visto resultados positivos, puede ser que hacía el cierre del año esto se revierta y, ante las presiones que aún se contemplan, la inflación llegué a un nivel de 8.65% en diciembre.

“Los resultados de esta quincena dejan sentimientos mixtos, pues la inflación desciende por razones que no son sostenibles. Si en los próximos meses hay algún shock en los precios de los energéticos o de los agropecuarios, algo que no es descomunal en la temporada de invierno, la inflación volverá a acercarse a sus máximos y el deterioro de las expectativas, que son las que evitan el descontrol de la espiral, sería peligroso”, destacó por su lado el analista de Monex.

ana.martinez@eleconomista.mx

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