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Inflación empezó el año en 7.07%; la mayor cuesta de enero desde el 2001
El índice subyacente registró 14 meses consecutivos de incrementos, y su mayor nivel desde el 2001 afectado por los choques de oferta, como la escasez de insumos y la disrupción en cadenas de suministro, que han afectado, en mayor medida, a las mercancías.
Al interior del subyacente, las presiones se concentraron en las mercancías (...) De manera especial fue importante el impulso del segmento alimentario, que, como en cada enero, estuvo afectado por la actualización del IEPS en categoría como bebidas azucaradas o cigarrillos”.
Marcos Daniel Arias, analista de Monex.
La inflación empezó el año con una desaceleración; sin embargo, esto no evitó que se viviera la mayor cuesta de enero desde el 2001, de acuerdo con los datos divulgados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Para el primer mes del año, los precios al consumidor mostraron un incremento de 0.59% en comparación con diciembre. De esta manera, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en 7.07% anual.
Si bien el dato observado significa un segundo mes desacelerándose, para el primer mes del año se trata de la mayor cuesta de enero desde el 2001, cuando el alza en los precios a los consumidores promedió 8.11 por ciento.
Además, el resultado quedó por arriba de las expectativas que tenía el mercado. Un sondeo de Reuters arrojó que la proyección para enero era de una inflación anual de 7.02 por ciento.
“Estimamos que la inflación se modere en el 2022; sin embargo, la variable se mantendrá arriba del rango de tolerancia de Banxico durante todo el año, y además persiste riesgos al alza sobre el panorama”, dijo Alejandro Saldaña, subdirector de Análisis Económico de Ve por Más (Bx+).
Entre los riesgos se encuentran que las obstrucciones en la oferta de bienes y servicios pudieran agudizarse en el primer trimestre del año ante el aumento en los contagios por la variante Ómicron, así como un retiro más acelerado del apoyo monetario en Estados Unidos, el incremento al salario mínimo, mientras que los altos niveles de inflación por un tiempo prolongado pueden ocasionar que las expectativas de precios se anclen a un nivel superior al actual.
La inflación suma 11 meses consecutivos por arriba del objetivo del Banco de México (Banxico) de 3% +/-1 punto porcentual, por lo que los analistas esperan que este año la institución central, ahora gobernada por Victoria Rodríguez Ceja, siga con el incremento en su tasa de interés.
“Las continuas lecturas por encima de lo esperado, que seguirán alimentando las expectativas de inflación a corto plazo, junto con el incesante aumento de los precios subyacentes, dejan la mesa lista para un aumento de 50 puntos base en la tasa de referencia (…) Probablemente más importante que la decisión en sí serán la configuración de los votos de los miembros de la Junta de Gobierno y las minutas correspondientes a esta decisión de política monetaria que podrían revelar el enfoque que tomará Banxico frente al inminente aumento de la tasa de política monetaria en Estados Unidos”, consignó Finamex en un análisis.
Subyacente continúa al alza
En el caso de la inflación subyacente, que elimina de su cálculo los bienes y servicios con precios más volátiles y la cual es considerada por Banxico para su toma de decisiones, ésta se ubicó en un nivel de 6.21% en comparación anual.
De esta manera, la inflación subyacente registró 14 meses consecutivos de incrementos, y su mayor nivel desde el 2001.
Lo anterior, explicó Alejandro Saldaña, se debió a los choques de oferta –como la escasez de insumos y la disrupción en cadenas de suministro– que han afectado, en mayor medida, a las mercancías.
“La latencia de los choques de oferta, más visibles en las mercancías, eclipsaron el efecto negativo del alza en contagios sobre la demanda y precios de servicios distintos a la vivienda y educación”, agregó.
Dentro del reporte, una vez más el alza de los precios de las mercancías –donde se encuentran los alimentos, bebidas, tabaco y mercancías no alimenticias– fueron la mayor presión para el índice general. Las mercancías se encarecieron 7.86% en comparación con enero del 2021, mientras que los servicios presentaron una tasa anual de 4.86 por ciento.
“Al interior del subyacente, las presiones se concentraron en las mercancías (...) De manera especial, fue importante el impulso del segmento alimentario, que, como en cada enero, estuvo afectado por la actualización del IEPS en categoría como bebidas azucaradas o cigarrillos”, señaló por su parte Marcos Daniel Arias, analista de Monex.
A inicio de año se llevó a cabo la actualización del IEPS a refrescos y cigarros, lo cual hizo que, por ejemplo, estos últimos mostraran un incremento en su precio de venta al pasar de 66 a 70 pesos en algunas ciudades del país.
No subyacente toma respiro
En el caso del índice no subyacente, a pesar de que se encuentra por arriba de la inflación general, tuvo una menor incidencia y registró una disminución al pasar de 11.74% anual en diciembre a 9.68% en enero.
“(La inflación no subyacente) siguió como el principal detonante de la tendencia de disminución en la inflación general. Tan sólo en los últimos dos meses, el indicador ha perdido 293 puntos base y ahora se ubica en 9.68% anual tras haber alcanzado un pico de 12.61% en noviembre. De manera mensual el avance fue de sólo 0.52%, que es el segundo más elevado en los últimos cinco años y de hecho, su incidencia sobre la inflación general fue tres veces menor a la del componente subyacente”, dijo Marcos Daniel Arias.
Dentro de este índice, el rubro agropecuario –que engloba las frutas y verduras, así como los pecuarios– se encareció en 15.32%, mientras que los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno aumentaron 5.56 por ciento.
Con este contexto se espera que el Banco de México eleve la tasa de interés de referencia por sexta vez consecutiva debido a la presión inflacionaria.