Inflación es alterada por el alza en commodities, la seguridad y factores climáticos menos predecibles

En México ha habido repercusiones sobre precios en general, pero los precios en el sector agropecuario son de los componentes dentro de la inflación que han contribuido significativamente a la persistencia de la inflación, así lo consideró Pamela Díaz Loubet, economista para México en BNP Paribas en entrevista con El Economista.

Comentó que los precios de alimentos suelen ser bastante inelásticos, es decir, hay un traspaso que se hace de manera mucho más directa hacia los precios del consumidor. Podemos coincidir en que son una secuencia de choques de oferta, donde hay dos opciones: o los productores absorben esos precios o los pasan a los consumidores”.

Explicó que en análisis se observa una demanda inelástica, por un lado, y, por otro lado, “una demanda que estaba contenida a la hora de darse la reapertura económica y que ha sido posible contener los incrementos en costos, lo que hace es que se genere un traspaso mucho más directo a los precios del consumidor”.

Pamela Díaz dijo que se habla mucho de fijaciones de precios en algunos componentes agropecuarios o precios agropecuarios, y esto es un problema porque al ser un efecto no relacionado con competencia en el sector, sino más bien relacionado con aumentos de costos y precios de insumos, aquí el riesgo es tener un impacto negativo sobre las utilidades del sector agropecuario en México, precisamente por contener este traspaso hacia precios de consumidores.

“Todos los choques externos se han visto materializados en México en un traspaso significativo en los precios de alimentos en el país ocasionados por esta demanda inelástica y por esta demanda contenida que se presentó después de la reapertura económica”, mencionó la Economista para México en BNP Paribas.

Riesgos

“Me parece que uno de los riesgos más importantes es seguir observando esta tendencia alcista de los precios internacionales, fertilizantes y energéticos, es un riesgo proveniente del exterior. Creemos que esto va a seguir siendo de esta manera por las disrupciones que se presentan en los puertos marítimos sobre todo en Ucrania”, dijo Pamela Díaz.

Explicó que hay dos riesgos más, el más generalizado es el Cambio Climático. “Casi siempre tenemos cierta estacionalidad de frutas y verduras en México, pero con el Cambio Climático vemos que se alteran más estos patrones estacionales para la producción de frutas y verduras en México. De repente tenemos mucha lluvia o sequías.

La falta de predictibilidad en los factores climatológicos está alterando la estacionalidad de la producción de bienes agrícolas y esto, genera una alteración importante sobre la fijación de precios”, dijo la economista para México en BNP Paribas.

“El tercer riesgo es de carácter idiosincrático y tiene que ver con la seguridad en México, es un tema bien importante, porque las cadenas de distribución en México, sobre todo en algunos bienes agropecuarios específicos como el aguacate, el jitomate y la cebolla, que están muy concentrados en ciertos estados. El aguacate está concentrado en Michoacán y a partir de ahí tiene una red de distribución local, principalmente a los estados del norte del país y algunos del centro. Lo que pasa es que los estados que están al sur de México tienen un intermediario en la Ciudad de México y esto nos importa porque si no tenemos seguridad en las redes locales de distribución lo que ocasionamos es tener una inflación más elevada en algunos estados del sur del país, que son los estados que más necesitan tener una seguridad alimentaria garantizada”, agregó. 

Los tres riesgos son: una continuidad en los precios al alza internacional en commodities, fertilizantes y energéticos, el tema de la seguridad y los factores climatológicos cada vez menos predecibles, concluyó Pamela Díaz.

patricia.ortega@eleconomista.mx