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Economía

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Inflación se acelera por tercera vez al hilo a 5.61% en la primera quincena de julio

La inflación en México volvió a acelerarse por tercera vez consecutiva durante la primera quincena de julio, alcanzando así su nivel más alto desde la segunda mitad de mayo del 2023. Es el mayor incremento en 14 meses; presiona el alza en el precio de las frutas y verduras de 25.69%.

La inflación en México volvió a acelerarse por tercera vez consecutiva durante la primera quincena de julio, alcanzando así su nivel más alto desde la segunda mitad de mayo del 2023. 

Un aumento significativo en los precios de las frutas y verduras llevó a que la inflación anual, en la primera quincena de julio, superara las proyecciones del mercado acelerándose, nuevamente, de acuerdo con los datos divulgados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En la primera mitad del mes, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) mostró un incremento quincenal de 0.71%, lo que supuso el mayor avance de la inflación, para una primera quincena de julio, desde 1996, cuando la tasa fue de 0.73 por ciento.

De esta manera, la inflación anual en la primera quincena del mes fue de 5.61%, mucho mayor a la estimación del mercado, que esperaba un aumento de precios de 5.38% anual.

Alejandro Saldaña, economista en Jefe de Ve por Más (Bx+) indicó que la variación anual aumentó por tercera quincena consecutiva, y fue la mayor en un año, con lo que continuó por arriba del rango objetivo del Banco de México (Banxico) de 3% +/-1 punto porcentual.

En este sentido, Bx+ espera que, ante un menor crecimiento económico en la segunda mitad del año, la inflación se modere; no obstante, el proceso no sería lineal y se ubicaría debajo de 4% hasta el siguiente año.

“En primer lugar es posible que la dilución de los choques de años pasados ya no contribuya al proceso de desinflación en mercancías. Segundo, la depreciación cambiaria observada en junio, de extenderse, ejercería algo de presión al alza en bienes importados. Tercero, si bien prevemos que cedan algo, los servicios mantendrán cierta renuencia a bajar, principalmente por el traspaso de las presiones salariales acumuladas, lo cual se agravaría si el próximo año se mantiene una agresiva política de salario mínimo”, explicó.

Asimismo, las tensiones geopolíticas y los eventos climáticos adversos podrán tener los precios de productos energéticos y alimentarios altos.

El analista también advirtió que la permanencia de los altos niveles de inflación, por un periodo prolongado, pueden ocasionar que las expectativas de precios se anclen en niveles arriba de la meta de 3 por ciento.

Frutas y verduras presionan el bolsillo

En el interior del reporte del Inegi se observó que la mayor presión para la inflación general, y a su vez los bolsillos de los ciudadanos, en la primera mitad de julio, fue el aumento de precios en las frutas y verduras.

En la primera mitad del mes, el índice no subyacente mostró una variación de 10.64% a tasa anual, una aceleración desde el nivel de la quincena previa de 8.61 por ciento.

Dentro de este rubro, la inflación en los productos agropecuarios fue de 14.33% anual, explicada principalmente por un aumento de 25.69% anual en el precio de las frutas y verduras, mientras que los pecuarios se encarecieron en 4.82 por ciento.

En el caso de los energéticos y tarifas de gobierno, la inflación observada fue de 7.30 por ciento. Desglosado, los energéticos incrementaron en 9.16% mientras que las tarifas en 3.38 por ciento.

“Si bien un efecto de base en los energéticos también ha contribuido al alza –con el punto más álgido ya alcanzado esta quincena–, la reciente alza en agropecuarios también ha impactado sustancialmente. Sobre la dinámica de corto plazo, los energéticos podrían encontrar cierto respiro tras el ajuste a la baja en los precios de referencia en Estados Unidos, aunque probablemente manteniéndose con un sesgo alcista”, indicaron estrategas de Banorte.

De lado de los agropecuarios, agregaron, la temporada de lluvias ha traído cierta mejora en los niveles de sequía que se reportaron previamente, pero el efecto positivo tardaría en materializarse al menos un par de meses ante el rezago de las cosechas.

La inflación subyacente, que elimina de su cálculo los bienes y servicios con precios más volátiles y es en la que se fija principalmente Banxico para su decisión de política monetaria, se desaceleró ligeramente de 4.08 a 4.02% anual en la primera quincena.

Dentro de esta inflación, las mercancías mostraron un incremento de 3.08%, mientras que los servicios de 5.17 por ciento.

“En el caso de la subyacente, siguen preocupando los precios de los servicios, ya que llevan dos años situándose por encima de 5.0% anual”, aseveró un análisis de Monex. 

ana.martinez@eleconomista.mx

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