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Inflación subyacente, otro desafío para la Junta de Gobierno del Banxico
La expectativa es de un ciclo de alzas para normalizar la tasa y llevarla a un nivel neutral, lo que no significa que venga un periodo restrictivo.
La escalada que trae la inflación subyacente, que mide el incremento de los precios de bienes y servicios que no suelen verse impactados por la estacionalidad o volatilidad, completó ocho meses consecutivos al alza y se ha convertido en otro desafío para la Junta de Gobierno del Banco de México, observó el economista senior de la consultoría Oxford Economics, Joan Domene.
A diferencia del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que en julio hiló tres registros mensuales de moderación para cerrar en 5.81% en su comparativo anual, la subyacente siguió presionada y completó ocho meses consecutivos al alza, colocándose en 4.66 por ciento.
El aumento consistente de la inflación subyacente nos dice que incluso los precios menos sensibles a choques temporales ya se están acelerando”, explicó el experto de Oxford Economics.
Información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), muestra que en junio, la inflación subyacente registró una variación de 4.66%, el nivel más alto desde el 2017, cuando se liberó el precio de la gasolina.
“Si vemos todos los componentes en la canasta del INPC (todos los bienes y servicios incluidos sobre los que se mide la inflación), más de 60% de ellos lleva desde principios del año con una variación de precios superior a 4 por ciento. Esto nos da la idea de que además de choques transitorios, cada vez se ve mayor presión en otro tipo de precios que ha motivado una aceleración generalizada”, observó.
Retirar estímulo no es restricción
El estratega de Oxford Economics resaltó que la Junta de Gobierno de Banco de México no pasará por alto que la inflación se ha mantenido arriba del objetivo puntal desde enero del 2020, salvo en abril y mayo cuando, producto del confinamiento la inflación se ubicó por debajo de 3%, ni la aceleración de la subyacente por encima de los patrones estacionales.
La inflación completó al menos 14 meses consecutivos fuera del objetivo puntual del banco central que es 3% y cinco meses fuera del rango superior permitido, que es 4 por ciento.
“El estímulo de la pandemia debe retirarse; ahora mismo anticipamos que Banco de México aumentará 25 puntos base la tasa en esta reunión, para dejarla en 4.50% y prevemos que en esa misma proporción seguirá aumentando hasta fines de año para llevarla a un nivel neutral de 5.25 por ciento”, previó.
El estratega subrayó que esta expectativa es de un ciclo de alzas para normalizar la tasa y llevarla a un nivel neutral, lo que no significa que no venga un periodo restrictivo.
“Un ciclo restrictivo fue el del 2017, cuando la tasa llegó hasta 8 por ciento. Una tasa de 5.25% como la que esperamos para el cierre del año, es la reducción de la postura acomodaticia del año pasado. Estamos hablando de reducir el estímulo”, refirió.
Si tras la normalización de tasas, persiste la presión en la inflación, por volatilidad en el mercado cambiario o en un contexto de alzas de tasas en Estados Unidos, sí hablaríamos de un ciclo restrictivo, acotó.
Estrategas del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) consideraron que es importante darle seguimiento a la inflación subyacente, pues “en varios países emergentes vemos la inflación por encima del objetivo de cada banco central”.
En un análisis macro del IIF, sostuvieron que la inflación subyacente de las economías emergentes está contando otra historia.