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Inflación todavía presiona los bolsillos de algunas familias que luchan por llegar a fin de mes
A escala nacional, la inflación ha logrado meter el freno, pero en algunos sectores todavía hay presiones y las familias más vulnerables en el país todavía dan pelea a los altos precios.
Beatriz Cázares es dueña de una papelería en la colonia Escandón de la Ciudad de México y hace un año y medio que apenas llega a pagar el sueldo de su única empleada. Su sentir es que la recuperación pospandemia, a su familia, nunca le llegó.
La inflación en México ya ha consolidado su tendencia de desaceleración en lo que va del 2023, después de que el año previo tocó niveles históricos en los últimos 20 años. Los indicadores de confianza de los consumidores y de confianza empresarial empiezan a mostrar optimismo, pero en un país profundamente desigual como México, las realidades son diversas.
"La verdad es que el año de la pandemia sí fue el peor en muchos tiempo para la familia. En la papelería hasta tuvimos que regalar algo de mercancía porque no teníamos donde guardarla cuando entregamos el local, yo sinceramente pensé que no la íbamos a recuperar. Ahora ya la empezamos de poquito en otro local, pero todo está subiendo mucho (de precio) mucho para nosotros y no puedes tampoco subirle mucho para ganarle porque sino la gente ya no compra", dijo en entrevista con El Economista.
Una de las cosas que más agobia a Beatriz es que en televisión y radio ella escucha que la economía va bien, que el dólar bajó y que la inflación paró, pero ella no lo ve, ni lo siente en su bolsillo. "Digo yo: pues en qué país vivo. Y también pienso si ahora que todo se recupera estamos así, cómo será cuando se ponga peor".
Beatriz Cázares asegura que de no ser por el trabajo de su esposo, la papelería hubiera cerrado su cortina para no volverla a abrir. Ella siente que es lo único que le queda de su familia y que cada vez es más difícil mantenerla.
Durante la mitad del 2022, algunos productos de papelería muestran encarecimientos significativamente superiores a la tasa de inflación general (5.84% al corte de mayo 2023). Las tasas de inflación en productos que Beatriz comercializa en su local fueron de:
- Cuadernos y carpetas: +15.70%
- Instrumentos musicales: +7.99%
- Lápices, plumas y otros materiales escolares: +7.63%
Estos niveles muestran cómo en algunos sectores, la inflación se mantiene en niveles altos golpeando el comercio minorista, particularmente en pequeños negocios y establecimientos sin local.
Golpe prolongado para las familias más pobres
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en su desglose por estrato económico muestra que el sentir de Beatriz Cázares es legítimo. La tasa de inflación es más alta para las familias más pobres.
Durante mayo del 2023, por ejemplo, la inflación interanual en el estrato más bajo del gasto (hasta un salario mínimo) fue de 6.21%, mientras que para el estrato del gasto más alto (más de seis salarios mínimos) el dato fue de 5.52 por ciento.
Esto se explica por la composición del gasto de las familias mexicanas y sus diferentes situaciones socio-económicas. Los hogares de los estratos más bajos son los que gastan una mayor parte de su ingreso en los alimentos, que conforman el grupo que más encarece y que tiene mayor volatilidad de precios.
A la salida del metro Portales, Óscar Romo Mora atiende un puesto de chucherías. Así lo llama él. Vende audífonos, delineadores, pañuelos desechables, cigarros, lápices, osos de peluche, fundas para celular y lo que te haga falta. Literalmente. "Un día viene un cliente y pide algo que no tengo, y luego luego lo anoto para traerlo", dice entre risas a El Economista.
Él trabaja el puesto, pero el dueño es su cuñado, le paga 300 pesos por día y, a veces, sí vende muy bien le da un extra. Antes estaba afuera del metro Pino Suárez, pero le robaron mercancía un par de veces. Óscar lleva un año y medio atendiendo el puesto y dice que una de las cosas que más obstaculizan la venta es el alza de precios.
"Unos audífonos de los sencillos antes los vendíamos a 10 pesos, y le ganábamos hasta seis pesos, porque se compraban al por mayor. Pero ahora ya los más baratos los estamos dando a 30 y apenas le ganas dos o tres pesos. Y no los puedes subir más porque no te aguantan mucho, la gente los compra de emergencia pero sí hay los que vienen y te reclaman que se les rompen el mismo día. ¿Apoco tú comprarías en 50 unos que te duren tres puestas?".
La informalidad laboral presiona más
El problema con la ola inflacionaria es que, aunque el alza de precios es general, golpea a algunas personas con mucha más fuerza que a otras. Además de experimentar el alza de precios más pronunciada, las familias más pobres también enfrentan más vulnerabilidad laboral.
Óscar Romo, por ejemplo, ha trabajado desde los 15 años (tiene 29) en la informalidad: sin contratos, sin horarios, sin seguridad social y sin certeza de que su sueldo llegará cada semana.
Aunque su pago diario —que recibe semanalmente— ciertamente supera el salario mínimo vigente (207.44 pesos diarios), todavía tiene problemas para que su familia llegue a fin de mes.
De acuerdo con cifras calculadas por el Coneval, al corte de mayo del 2023, son necesarios 4,279.50 pesos mensuales para pagar la canasta básica de una persona que vive en una región urbana. En la casa de Óscar vive él, su esposa y su hija de nueve años: se necesitan alrededor de 12,800 pesos mes para cubrir las necesidades básicas de la familia y él gana más o menos 7,200 cada mes.
"Mi esposa también hace su dinerito a veces y ya con eso llegamos, vende por catálogo y con sus amigas o las vecinas que le compran, sí le ha ido bien. Lo que más nos ha costado ahorita son los útiles de Tati (su hija), pero sí hacemos el esfuerzo porque no le vamos a dejar nada más que el estudio", dice Romo Mora.
Aunque la economía avanza, familias obreras como la de Óscar y Beatriz no sienten que así lo sea.
"Pero trajabando mucho y con la esperanza de que sí se ponga mejor todo, como dicen, ¿pues qué más, verdad?", agregó Beatriz Cázares.