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Economía

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Infraestructura, el desafío del banco de los BRICS

Nadie podrá negar que hacía falta una fuente de financiación alternativa, constituida por países aún en tránsito hacia un destino de potencias planetarias, opina Fernando González, de Cronista.

La creación del Nuevo Banco de Desarrollo de los países agrupados en los BRICS es una de las mejores noticias que la economía global produjo en las últimas décadas. Si las promesas se cumplen, las naciones en vías de desarrollo podrán acudir a este fondo de 50,000 millones de dólares que Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS) lanzaron el martes en la ciudad brasileña de Fortaleza.

Ya han pasado 70 años de Bretton Woods y la creación del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, como entidades de control del uso de los fondos prestados por los países más poderosos. Y nadie podrá negar que hacía falta una fuente de financiación alternativa, constituida por países aún en tránsito hacia un destino de potencias planetarias.

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Pero algo debe quedar en claro: el desafío para BRICS y para los eventuales beneficiarios de sus créditos será utilizar ese dinero para obras de infraestructura, como se han comprometido. Sólo así, los países en vías de desarrollo podrán superar los bolsones de pobreza y falta de servicios en los que viven millones de sus habitantes. Si la dinámica de la economía no sirve para resolver esta cuestión el proyecto de otro banco global naufragará sin remedio.

 

Las dos entidades

Los líderes de los BRICS acordaron la creación de un nuevo banco internacional y un millonario fondo para contingencias durante la cumbre de los cinco países emergentes, en Fortaleza, Brasil. La idea es financiar infraestructuras.

Banco de BRICS

Nombre: Nuevo Banco de Desarrollo.

Sede: Shangai, China.

Miembros: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

Inversión inicial: 50,000 millones de dólares, con capital autorizado de hasta 100,000 millones de dólares.

Mandatarios: Dilma Rousseff (Brasil), Vladimir Putin (Rusia), Nerendra Modi (India), Xi Jinping (China), Jacob Zuma (Sudáfrica)

El embrión: La idea de crear este banco surgió de un documento de los economistas Nicholas Stern y Joseph Stiglitz, en el 2012, que sugería la existencia de una enteidad bancaria para los países en desarrollo

Objetivos del banco: Convertirse en una alternativa a instituciones multilaterales como el Banco Mundial. Financiar proyectos de infraestructura. Adoptar criterios de sostenibilidad ambiental, económica y social.

ESCUDO ANTICRISIS

Nombre: Acuerdo de Reservas de Contingencia.

Aportación de cada país: China: 41,000 millones de dólares. Rusia, Brasil e India: 18,000 millones de dólares cada uno. Sudáfrica: 5,000 millones de dólares. Límite de disposición de fondos: China: 20,500 millones de dólares. Rusia, India, y Brasil: 18,000 millones de dólares cada uno. Sudáfrica: 10,000 millones de dólares.

Capital: 100,000 millones de dólares.

Objetivo: ayudar a las cinco economías en caso de crisis y los recursos se liberarán por operaciones de swap: el país necesitado recibe dólares y entrega en moneda local.

Entrada en vigor: cuando se completen los trámites legales para su ratificación en los cinco países miembro.

* El autor es director editorial de Cronista.

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