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Economía

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Ingresos de los hogares rebasan niveles prepandemia; desigualdad económica se reduce

A pesar de los resultados positivos en el 2022, especialistas coincidieron que aún no es suficiente para desaparecer las brechas salariales y mejorar la calidad de vida de la población.

Durante el 2022, los ingresos de los hogares superaron los niveles prepandemia, mientras la desigualdad de éstos mostró una reducción.

Sin embargo, especialistas consultados por El Economistas coincidieron que aún no es suficiente para reducir la desigualdad y mejorar la calidad de vida de la población.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el ingreso corriente promedio trimestral por hogar ascendió a 63,695 pesos el año pasado (21,232 pesos mensuales).

Este monto fue superior, en términos reales, 11.0% respecto al 2020, 4.6% con relación al 2018 y 0.2% en comparación con el 2016.

Además, el coeficiente de Gini, que es una medida de concentración del ingreso, continuó con su tendencia descendente, es decir, que hay una menor concentración.

Las remuneraciones por trabajo subordinado representaron 55.4% de los ingresos de las familias mexicanas, por lo que la recuperación de empleos incentivó las percepciones monetarias de los hogares.

En tanto, el aumento de 11.0% de los ingresos también se benefició de las alzas de las remesas (39.2%) y de los programas gubernamentales (33.6%), que fueron las más elevadas de las fuentes de recursos consideradas.

Al respecto, el presidente de la Federación Nacional de Economistas, Alejandro Sierra Peón, explicó que estos resultados indican cómo se han recuperado las familias a partir de la implementación de políticas públicas.

“Vemos una radiografía de la recuperación post pandemia, que incluyó la reapertura de los mercados inmobiliarios, de vivienda y comerciales, el aumento de las remesas, de los migrantes mexicanos en Estados Unidos, de cómo han funcionado las ayudas sociales que realiza el gobierno federal; sin embargo, es importante señalar que aún no es suficiente”, dijo.

Otra óptica

La directora general del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), Valeria Moy, aseguró que desde otra óptica, el ingreso de las personas está al mismo nivel que en el 2016, lo que se traduce en que no se han dado avances en el poder adquisitivo de las familias, cuya calidad de vida sigue con presiones.

“Eso es lo grave. Únicamente en referencia al 2020 se ve un incremento de 11%, pero el 2020 era plena pandemia. Lo que debe ser más destacable es que el ingreso de las personas está al mismo nivel al que estaba en el 2016. ¿Dónde está la recuperación? Imagínate que ganas lo mismo hoy que ganabas en el 2016. En el 2016 las familias mexicanas tenían ingresos en promedio por 63,565 pesos, en el 2022 de 63,695 pesos, no hay gran diferencia. Han sido años perdidos para la economía mexicana”, dijo.

Incluso, añadió la presidenta del Colegio de Economistas de Aguascalientes, Dafne Viramontes, la lectura que se debe dar a lo sucedido en el 2022, es que las familias no tuvieron mayores ingresos a comparación del 2020, sino que en realidad recuperaron sus empleos.

A partir de ello, Alejandro Sierra aseguró que todavía queda pendiente lograr un mayor avance en el coeficiente de Gini, porque siguen siendo tangibles las profundas desigualdades en la distribución del ingreso de las familias.

Si bien se generó una reducción del 2016 al 2022 en todo el país, el mensaje que todavía se debe tomar es que nos falta bastante trabajo”, afirmó.

Labores

En cuanto a la desigualdad, la ENIGH muestra que las familias más ricas tienen ingresos corrientes que son, en promedio, 15 veces superiores a los de los hogares más pobres y aunque la brecha todavía es amplia, en el ejercicio de 2016, los hogares más ricos tenían ingresos 21 veces más altos.

Con este contexto, Sofía Ramírez, directora General de México ¿cómo vamos?, señaló que, si bien ha habido una disminución de dicha brecha, no se debe solamente a la labor redistributiva del Estado mexicano, mediante programas sociales y transferencias, sino también a un incremento de 14% en el ingreso laboral de las familias.

Rodolfo de la Torre, director de Movilidad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, explicó que la tarea de acortar la brecha de ingresos llevará tiempo y no se espera un acercamiento significativo incluso en la siguiente administración.

Además, explicó que es importante tener en cuenta que las cifras de ingreso y su distribución pueden no reflejar completamente la situación, ya que la población de mayores ingresos tiende a no reportar completamente sus ganancias, lo que podría contribuir a que la desigualdad real sea relativamente mayor de lo que se percibe.

Hay que tomar en cuenta que las cifras de ingreso y su distribución dejan fuera a la población de más altos ingresos”, sostuvo el especialista.

estados@eleconomista.mx

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