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Inversión acelera demanda interna y crecimiento: UBS
El apetito por la inversión en México podría seguir creciendo tras la aplicaciones de los nuevos incentivos fiscales.
El crecimiento económico de México se mantendrá favorecido en el mediano plazo por el aumento de la inversión, advirtieron economistas de UBS.
En un análisis distribuido entre sus clientes, advirtieron que la resiliencia de la economía estadounidense ha influido en la trayectoria del PIB de México, aunque consideran que la demanda interna también ha tenido un impacto relevante.
Desde su perspectiva, la demanda interna de México está apuntalada por el consumo y la inversión.
Y la inversión privada, a su vez, presenta un repunte considerable, alimentado por las políticas fiscales estadounidenses favorables a la relocalización y las normas de origen del Tratado de Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En el análisis consideran que los beneficios fiscales promovidos por el gobierno federal para las inversiones “es un paso en la dirección correcta para promover la inversión en el país”, pero acotan que el gobierno debe asegurarse que estas medidas no entrarán en conflicto con los compromisos de México y sus socios comerciales.
Confiaron que el apetito por la inversión en México podría seguir creciendo tras la aplicaciones de estos nuevos incentivos fiscales para contribuyentes en sectores clave de la industria exportadora.
No obstante, alertaron que el crecimiento económico presenta cuellos de botella que pueden lastrar los avances en el flujo de inversiones productivas. Se refieren en específico a infraestructura de energía y agua y un limitado respeto al Estado de derecho.
Se revierte caída
En el análisis detallaron que el auge de inversión observada en este año, ha suscitado interés porque en la última década estuvo escaso el flujo de inversiones productivas.
Se ha tenido la impresión de que el principal impedimento para el crecimiento económico ha sido la escasez de inversiones.
Y la dinámica actual en México, contrasta con la de gran parte de América Latina, donde la inversión sigue de capa caída.
Enfatizaron que la inversión privada empezó a despegar desde el cuarto trimestre del año pasado impulsada probablemente por la evolución de la política fiscal de Estados Unidos donde el gasto en construcción de las industrias manufactureras ya duplica con creces el de hace un año.
Destacaron que el auge de inversión se debe al aumento del gasto en maquinaria y equipo, pero por sobre todo, el crecimiento de la construcción no residencial.
Esta situación puede tener un efecto positivo en la demanda inmobiliaria industrial en México.
A este sector se han destinado muchas inversiones públicas, como parte de los esfuerzos del gobierno por completar sus proyectos insignia antes de las elecciones de 2024.
Alimentan optimismo
Destacaron que el auge de la inversión privada puede ser una señal de confianza en el acercamiento de la producción hacia México a raíz de las reglas de origen del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá.
Refirieron los resultados de la encuesta mensual de Banco de México para explicar que en julio de este año, el número de quienes piensan que es un buen momento para invertir, llegó a su nivel más alto desde el 2016.