Lectura 2:00 min
Inversión extranjera en Estados Unidos alcanza niveles históricos en 2022
El Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS) revisó un número récord de transacciones propuestas en 2022, con 286 "notificaciones cubiertas" para la aprobación de transacciones, destacando el crecimiento de operaciones relacionadas con finanzas, información, servicios y fabricación.
Un comité gubernamental estadounidense sobre inversiones extranjeras revisó un número récord de transacciones propuestas en 2022, dijo el lunes el Departamento del Tesoro.
El Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS, por sus siglas en inglés) dijo en su informe anual que había revisado 286 "notificaciones cubiertas" para la aprobación de transacciones el año pasado, por encima del récord de 272 en 2021 y 187 en 2019, según el informe, con alrededor del 80% relacionados con finanzas, información, servicios y fabricación.
Inversionistas chinos presentaron 36 de las denominadas "notificaciones cubiertas" en busca de luz verde para operaciones en 2022, frente a 44 en 2021 y 17 en 2020.
El CFIUS afirmó que "las transacciones que revisaron, incluida la tecnología en la que se invierte, son cada vez más complejas y dan lugar a más acuerdos de seguridad nacional para resolver los riesgos identificados".
La mayoría de los extranjeros que pretenden tomar participaciones, incluso no de control, en empresas estadounidenses deben solicitar la aprobación del CFIUS, un poderoso comité dirigido por el Tesoro que revisa las transacciones por motivos de seguridad nacional y puede bloquearlas.
El CFIUS abrió 162 investigaciones en 2022, frente a las 130 de 2021. Según el informe, se retiraron 88 notificaciones de transacciones, y 68 se volvieron a presentar con cambios destinados a mitigar las preocupaciones.
En septiembre de 2022, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al CFIUS que se centrara más en las amenazas a los datos sensibles, la ciberseguridad y áreas como la microelectrónica y la inteligencia artificial, y que examinara más de cerca las transacciones que pudieran afectar al liderazgo de Estados Unidos en biotecnología y computación cuántica.