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Economía

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A menos de 15 días de elegir al Presidente de la República Mexicana, resulta muy evidente que los mexicanos hemos optado por cambiar los enormes tendedores de la política plástica por grafitis partidistas, por los grandes espectaculares y la chismorrea social.

A menos de 15 días de elegir al Presidente de la República Mexicana, resulta muy evidente que los mexicanos hemos optado por cambiar los enormes tendedores de la política plástica y bardas pintadas por grafitis partidistas, por los grandes espectaculares y la chismorrea social.

Hoy, los usuarios de las redes sociales hemos multiplicado el alcance de los mensajes dados y no dados por los candidatos, sus aciertos y desaciertos, sus verdades y las inventadas, para hacer de la elección política un proceso más bien social.

La enorme cantidad de información que circula por Internet podría considerarse basta para poder elegir, de manera racional, al nuevo titular del Ejecutivo; sin embargo, y gracias al teléfono descompuesto, hemos hecho de la información, si lo es, más bien un elemento de desinformación y confusión.

Mucho de lo circulado por Internet, en un afán por denigrar a las personas que se encuentran en posibilidades de representarnos, pudiera parecer cierto y comprobable, pero con la intención de hacerlo evidente se han sobredimensionado las publicaciones.

Responsabilizar a un candidato de los resultados del siglo pasado se convierte en un argumento muy superficial, ese pasado que más bien se ha convertido en justificación y lastre para muchos de los mexicanos ya es necesario que el país evolucione.

La situación macroeconómica por la que actualmente atraviesa el país, buena o mala, no podría estar en mejores condiciones independientemente de quien estuviera al frente, considerando la inestabilidad económica en la que se encuentra sumergido el mundo.

No es para sobreengrandecer los logros de los últimos 12 años de gobierno ni para menospreciar los previos, pero para beneplácito de ambas partes, México no es una entidad aislada del resto del mundo y el acontecer internacional siempre deberá ser un factor a ser considerado dentro de los elementos de juicio político.

Ante esto, e independiente de quien sea el nuevo Presidente de México, es de esperarse que tanto él, como el resto de sus colaboradores, antepongan los intereses de la sociedad a sus intereses personales y partidistas y que recuerden que, independiente de si se vota o no, si se anulan votos o no, o si se vota por el ganador o no, será declarado Presidente de todos los mexicanos y que por lo tanto se tendrá el derecho y la obligación de exigir lo mejor de quien presida en beneficio del país.

Ojalá que las propuestas y planes de desarrollo, desde el quehacer diario, que cada uno de los mexicanos tengan para engrandecer a nuestro país se lleven a cabo y quede en manos de todos el rumbo de la nación.

*El MF Ricardo Gutiérrez es profesor del Tecnológico de Monterrey campus Toluca y campus Santa Fe.

?ricardo.gtz@itesm.mx

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