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La crisis evolucionó de ser financiera a social
El descontento que se refleja a través de las manifestaciones sociales en algunos países de la OCDE es la cara humana de una crisis que pasó de financiera a social, observó Gabriela Ramos, directora de gabinete del secretario Ángel Gurría.
El descontento que se refleja a través de las manifestaciones sociales en algunos países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es la cara humana de una crisis que pasó de financiera a social, observó Gabriela Ramos, directora de gabinete del secretario Ángel Gurría.
Estas manifestaciones de descontento social tendrían que motivar urgentemente a los actores políticos a tomar las decisiones necesarias para generar un crecimiento económico sólido.
Entrevistado por El Economista, precisó: Se tienen que proveer soluciones creíbles a los temas de deuda, bancos y consolidación fiscal en Europa y Estados Unidos. Que los actores prominentes de la economía mundial se pongan de acuerdo porque a quien están afectando con las disfuncionalidades políticas es a la perspectiva del mundo en general que hoy se manifiesta en estas tristes y desesperantes manifestaciones .
Agregó: Es la cara más fehaciente de crisis, la cara humana, el tema de la gente que está perdiendo sus esperanzas y la confianza de poder tener una situación mejor en el futuro .
La funcionaria advirtió que la desaceleración económica que estamos presenciando resulta de la crisis de confianza internacional que han sembrado los actores políticos al no asumir las decisiones adecuadas.
Comentó: Y eso tiene que ver en Estados Unidos con un plan creíble de consolidación fiscal y en Europa con que lleguen a un acuerdo acerca de Grecia y la deuda de países como Italia, España y Japón .
México tiene que moverse
Acerca de México, hizo un llamado a que se aproveche la ventana de oportunidad que genera la lenta actividad económica de los industrializados para hacer del país un imán de inversiones productivas y confiables.
Estamos por entrar al último año de la administración, ¿podría dificultarse el avance de las reformas estructurales que fortalecerían al mercado interno?
Un año es muchisísimo tiempo para avanzar en la agenda de las reformas. No debemos tener esta visión del año electoral. En vez de pensar así, sería relevante que tanto el gobierno como la oposición pongan al futuro del país por enfrente y aprueben lo que está en el tintero como la reforma laboral.
Pero los tiempos políticos podrían afectar la toma de decisiones.
México tiene que ser más competitivo y atractivo en este contexto a la baja de la economía internacional. Es la única manera de posicionar al país en una situación más atractiva para hacer negocios, con costos menores y una competencia cada vez mayor.
Gabriela Ramos se encuentra en México como parte de la misión de expertos de la OCDE que está actualizando información sobre el desempeño económico del país durante el último año.
ymorales@eleconomista.com.mx