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La inflación subyacente de la capital japonesa se acelera inesperadamente en octubre
El aumento, mayor que el 2.5% de septiembre, arroja dudas sobre la opinión del Banco Central de que la inflación se ralentizará en los próximos meses a medida que se disipe la presión de los costos.
La inflación subyacente de los precios al consumidor en Tokio, considerada un indicador adelantado de las tendencias a escala nacional en Japón, se aceleró inesperadamente en octubre, una señal de la ampliación de las presiones sobre los precios que puede mantener vivas las expectativas del final a corto plazo de las tasas de interés ultrabajas.
Los datos refuerzan las expectativas de que el Banco de Japón revise al alza sus previsiones de inflación cuando elabore nuevas proyecciones trimestrales en la reunión de política monetaria de la próxima semana.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) subyacente de Tokio, que excluye los volátiles alimentos frescos pero incluye el costo de los combustibles, subió 2.7% en octubre con respecto al año anterior, mostraron el viernes los datos del Gobierno, superando las previsiones del mercado de un alza del 2.5%.
El aumento, mayor que el 2.5% de septiembre, arroja dudas sobre la opinión del Banco Central de que la inflación se ralentizará en los próximos meses a medida que se disipe la presión de los costos.
El llamado índice "subyacente básico", que excluye los precios de los alimentos frescos y los combustibles y que el Banco de Japón sigue de cerca como indicador de la evolución general de los precios, subió un 3.8% en octubre con respecto al año anterior, tras un incremento del 3,9% en septiembre, mostraron los datos.
Los precios de los servicios subieron 2.1% interanual en octubre, por encima del 1.9% de septiembre, lo que sugiere que las perspectivas de subida salarial podrían ampliar la presión inflacionaria más allá de los bienes.
El Banco de Japón sigue siendo un caso atípico a nivel mundial, ya que ha mantenido una política ultra expansiva incluso cuando los principales bancos centrales de otros países subieron las tasas de interés de forma agresiva para luchar contra una inflación galopante.
Aunque la inflación ha superado su objetivo del 2% desde hace más de un año, el BOJ se ha comprometido a mantener los tipos de interés ultrabajos hasta que las recientes subidas de precios impulsadas por los costos den paso a un aumento más duradero impulsado por la demanda interna.
Aparte de la creciente inflación, el reciente aumento de las tasas de interés mundiales está incrementando la presión sobre el Banco de Japón para que modifique el control del rendimiento de sus bonos la próxima semana, y se baraja la posibilidad de aumentar el límite de rendimiento establecido hace sólo tres meses, han declarado fuentes a Reuters.