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Los focos rojos para la economía mexicana que identifica Banxico
Entre los factores nacionales que podrían generar cambios en las proyecciones se encuentran una pronunciación de la desaceleración económica, pérdida de estabilidad en precios y mayor deterioro de los indicadores laborales.
En la Minuta de la Junta de Gobierno con motivo de la decisión de Política Monetaria del 15 de agosto del 2019 el Banco de México destacó los factores que podrían pesar en la economía nacional dadas las tendencias que se han presentado en los principales indicadores macroeconómicos y monetarios tanto a escala externa como interna.
Desaceleración económica mundial
El primer factor de riesgo es la desaceleración económica mundial continúa expandiéndose y ejerciendo presiones importantes en las economías emergentes. En la primera mitad del 2019 ya se han revisado a la baja las proyecciones de crecimiento en varias ocasiones.
La mayoría de las economías emergentes han perdido dinamismo en sus niveles de actividad económica, especialmente en los sectores industriales.
Precios de las materias primas a la baja
Como resultado de la desaceleración de la actividad industrial y la contracción de la demanda mundial en las últimas semanas el precio de las principales materias primas se ha mantenido a la baja.
El precio internacional del crudo y de metales industriales continúa ligando una tendencia negativa. Por su parte, los precios internacionales de los granos mostraron también ligeras caídas como consecuencia de mayores niveles de producción.
Pronunciación de tensiones comerciales
Los integrantes enfatizaron también la posibilidad de un aumento en la volatilidad y deterioro de las condiciones de los mercados financieros a escala mundial. Especialmente si se pronuncian las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China; aunado a este factor de riesgo también destaca la posibilidad de la imposición de aranceles al comercio mexicano con Estados Unidos.
Debilitamiento macroeconómico nacional
Además de la desaceleración registrada en la economía mexicana, medida a través de las variaciones del PIB nacional, se puede identificar un deterioro de otras variables macroeconómicas determinantes para el comportamiento económico del país como lo es el desempleo, la creación de empleos formales, la productividad laboral, la producción industrial, la producción petrolera y el nivel de precios.
Por un lado, la pérdida de ritmo del crecimiento económico en México se explica, en gran parte, por la contracción en la actividad económica de las industrias constructoras y una pronunciación de la caída del sector minero. Estos resultados acompañados de un débil comportamiento de la actividad económica del comercio y los servicios.
La creación de empleos ha registrado caídas importantes y el nivel de desempleo repuntó con incrementos moderados durante los primeros seis meses del año. La relación entre la productividad laboral y el costo unitario de la mano de obra se deterioró en los primeros meses del año.
La producción petrolera y la producción industrial total continúan con los números negativos y sus expectativas se mantienen a la baja.
Aunque el nivel de precios general se ha mantenido a la baja gracias a la contención del encarecimiento de los energéticos, los riesgos al alza existen dada la volatilidad de los precios de mercancías alimenticias, principalmente algunos agropecuarios.