Más de la mitad del gasto de los hogares de menores ingresos se va a alimentos

En el 2022, pco más de la mitad del gasto que realizaron los hogares de menores ingresos en México se destinó a alimentos, de acuerdo con la información recabada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH).

Fernando Olguín, director de Encuestas Regulares en Hogares del Inegi, explicó durante la Cátedra Inegi ¿Cuánto ganan y gastan los hogares mexicanos? que, a nivel nacional, las familias destinan, en promedio, 37.7% de su gasto a la compra de alimentos, el cual fue de 60,263 pesos trimestrales.

No obstante, esto cambia al analizar la situación por deciles. El primer decil, que tiene el menor ingreso en el país y por ende, el menor gasto, es el que destinó una mayor proporción de sus erogaciones a los alimentos.

En el 2022, de los 14,722 pesos que gastaron en el trimestre los hogares del primer decil, 51.1% se destinó a los alimentos, es decir, alrededor de 7,508 pesos gastaron en este rubro.

Esto contrasta con el decil X, de mayores ingresos y el cual excluye a los multimillonarios. Estos hogares, con un gasto trimestral de 102,241 pesos, destinaron 28.3% de este a comprar alimentos.

“En el decil X obviamente tienen otras dinámicas de gasto que no tienen en el decil I”, señaló Fernando Olguín.

La distribución del gasto del alimentos como total va descendiendo conforme los hogares tienen mayores ingresos. Por ejemplo, en el decil II representa 48.8%, mientras que para el decil III 46.4%, y para el decil IV 44.6 por ciento.

“En consecuencia, un panorama de alta inflación, como el observado en el 2022 con tasas de inflación superiores a 7.0% y con los alimentos incrementando a tasas de doble dígito en todo el año, reduce especialmente el poder de compra de los hogares de menores ingresos, cuyo gasto en alimentos tiene mayor peso en su ingreso corriente”, destacó por su parte el colectivo México ¿Cómo Vamos?

Transferencias y apoyos gubernamentales

Por otro lado, Fernando Olguín también mostró que las transferencias y apoyos gubernamentales representan la mitad de los ingresos de los hogares del decil I, superando incluso los que obtienen por el trabajo remunerado.

Los hogares del decil I obtuvieron ingresos trimestrales por 13,411 pesos. De este monto, 42.6% lo obtuvieron a través del trabajo, mientras que 35.7% a través de transferencias, es decir, pensiones, jubilaciones, remesas, donativos, mientras que 14.7% fueron beneficios de gobierno, como lo son becas y otros programas sociales.

De esta manera, se convirtieron en los únicos hogares que dependen más de las transferencias y apoyos gubernamentales que de los ingresos por trabajo. Por ejemplo, para los hogares del decil II representaron 36.3%, mientras que para los hogares del último decil la tasa fue de apenas 15.5 por ciento.

“Un decil VII, un decil VIII llegan a tener la mayoría de sus ingresos (70.1%) por trabajo pero, el decil X por ejemplo, tiene 63.7% porque este decil suelen tener ingresos que reflejan más las rentas de las propiedades, ingresos por empresas que funcionan como sociedades o activos financieros”, agregó el directivo del Inegi.

En este sentido, la organización México ¿Cómo Vamos? indicó que el año pasado se observó un aumento generalizado en el porcentaje de hogares que recibieron apoyos gubernamentales respecto al 2020, año de pandemia.

“Sin embargo, el decil I tuvo una menor cobertura en el 2022, con 45% de los hogares, frente a 55% en el 2018. En contraste, el decil X experimentó un aumento en el alcance de la política social, pasando de 9% de los hogares en el 2018 a 26% de los hogares en el 2022”, señaló la organización.

Lo anterior ha sido criticado ya que esto mostraría una pérdida de progresividad en los apoyos sociales, es decir, que se atienda de manera prioritaria a las comunidades más vulnerables, en este caso, de menores ingresos.

“En el 2022 persiste la tendencia observada en el 2020 de la política social, la cual muestra un incremento en mayor proporción en hogares de mayores ingresos y se mantiene prácticamente sin cambios en los hogares más vulnerables”, añadió la organización.

ana.martinez@eleconomista.mx