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Política tributaria feminista podría reducir las brechas de género
Una política tributaria desde una perspectiva feminista y de justicia de género tiene el potencial para reducir las enormes brechas económicas que hay entre hombres y mujeres en México, de acuerdo con el informe “Tributación feminista: los casos de Argentina y México”, de la organización Fundar y la ACIJ.
Una política tributaria desde una perspectiva feminista y de justicia de género tiene el potencial para reducir las enormes brechas económicas que hay entre hombres y mujeres en México, de acuerdo con el informe “Tributación feminista: los casos de Argentina y México”, de la organización Fundar y la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ).
Según el reporte, una política tributaria con perspectiva feminista podría proveer al Estado de recursos con los cuales podría financiar programas y servicios sensibles al género que contribuyan a redistribuir la carga de cuidados, ampliar el acceso a derechos sociales y finalmente contribuir a la autonomía económica de las mujeres.
“La política tributaria del Estado mexicano continúa recaudando pocos recursos porque no es lo suficientemente progresiva y es muy discrecional”, aseguran las organizaciones en el estudio.
Es por ello que se sugiere como una posible medida para mitigar las brechas entre hombres y mujeres el gravar la riqueza, para así lograr una redistribución de los recursos.
“Desde una perspectiva feminista y de justicia de género, gravar la riqueza es crucial para reducir los altos niveles de desigualdad y redistribuir los recursos en beneficio de los derechos humanos y a la autonomía económica de las mujeres en todas sus diversidades”, dice el estudio de Fundar y la ACIJ.
Ambas organizaciones aseguran que gravar la riqueza implica cobrar impuestos a una parte o sobre la totalidad de las propiedades de los contribuyentes.
“El impuesto a la riqueza se diferencia de otro tipo de impuestos a la propiedad porque toma en consideración todos los bienes que tiene una persona, desde propiedades, inmuebles, joyas y obras de arte, hasta acciones de una empresa y otras inversiones financieras”, explican.