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Presupuesto 2023 arroja costos a futuras generaciones: CIEP
En el análisis, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria expone que la tendencia, a largo plazo, de las actuales políticas fiscales, apuntan a una mayor inequidad intergeneracional.
El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) aprobado para este año comete, una vez más, el error de arrojar costos de ciertas decisiones de política pública a futuras generaciones, señaló un análisis sobre sostenibilidad fiscal del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
En el análisis, la organización civil expone que la tendencia a largo plazo de las actuales políticas fiscales apunta a una mayor inequidad intergeneracional.
“Al seguir pendiente una reforma fiscal, parte del presupuesto está financiado con deuda. Dada la baja productividad laboral observada (por lo que se requiere mayor gasto en educación e inversión física), no se proyecta un aumento significativo en los impuestos que permitan cubrir las demandas crecientes del gasto", expuso el CIEP.
Para este año, el monto de endeudamiento supera los gastos en salud, educación y energía. En total, el gobierno solicitó un techo de endeudamiento interno por 1 billón 170,000 millones de pesos, mientras que para el endeudamiento externo solicitó 5,500 millones de dólares.
En tanto, para el rubro de salud se aprobó un gasto de 868,162 millones de pesos, mientras que para la educación fue de 910,692 millones de pesos y para la energía 1.1 billones de pesos.
“En el mediano plazo el gobierno tendría que ajustar sus ingresos y/o sus gastos significativamente, si quiere continuar con su solvencia actual”, añadió el CIEP al destacar que el gasto en pensiones, el cual es considerado como una bomba de tiempo, año con año crece cada vez más.
Las pensiones, en conjunto con el pago de intereses de la deuda, representarán este año las mayores presiones para el presupuesto, con lo cual se quitan recursos a otras necesidades de gasto tan básicas como la salud y educación. En este sentido, el pago de intereses y el servicio de deuda representarán 9.1% del Producto Interno Bruto (PIB), que a la vez significan 33.9% del presupuesto aprobado.
“La sostenibilidad de las finanzas públicas ha descansado sobre supuestos macroeconómicos optimistas y bajo un indicador que no incorpora efectos demográficos y de largo plazo. Su trayectoria depende de variables que no son controlables directamente por el gobierno y que cuentan con un alto grado de incertidumbre, como desastres naturales, pandemias, quiebre de empresas públicas, entre otros. Si se suma la transición demográfica sobre las demandas de gasto público, existen riesgos para la sostenibilidad fiscal y para la equidad intergeneracional”, aseveró el CIEP.
kg