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¿Qué es una recesión técnica?; ¿México entró en una en el cuarto trimestre de 2021?
Sin embargo, el concepto no debe utilizarse de manera universal y debe complementarse con el análisis de otros indicadores macroeconómicos, como el empleo, el nivel de precios, el consumo interno, la capacidad de pago de los agentes económicos y el nivel de producción.
Una economía se encuentra en recesión técnica cuando se registran contracciones del PIB (Producto Interno Bruto) nacional durante dos trimestres consecutivos.
Algunos economistas e instituciones utilizan el concepto de recesión técnica para describir un fenómeno temprano que avisa un estancamiento o desaceleración generalizada de la actividad económica.
Sin embargo, el concepto no debe utilizarse de manera universal y debe complementarse con el análisis de otros indicadores macroeconómicos, como el empleo, el nivel de precios, el consumo interno, la capacidad de pago de los agentes económicos y el nivel de producción.
Además, una recesión técnica no es lo mismo que una crisis económica. Una crisis económica representa una pérdida de ritmo en el crecimiento económico y además implica desestabilidad financiera pronunciada con efectos negativos a nivel macro y microeconómicos. Por su parte, una recesión técnica atiende a ligeras contracciones que son posibles de corregir a través de las políticas económicas, el gasto público y otros recursos.
En México, durante el cuarto trimestre del 2020 la economía registró una caída de 0.1% en comparación con el trimestre previo, así lo reportó el Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) en su estimación oportuna que todavía debe confirmarse.
Esto implicaría dos contracciones consecutivas y cumpliría con la primera característica de una recesión; pese a ello todavía sería necesario observar el comportamiento del resto de indicadores y, especialmente, la interpretación de las tendencias que está a cargo del Comité de Fechado de Ciclos Económicos.
Por otro lado, las cifras oportunas publicadas por el Inegi, muestran que la reactivación económica del 2021 alcanzaría un rebote de 5%, que se encuentra dentro de las proyecciones esperadas, pero que es insuficiente para compensar la caída de 8.2% que se registró en el 2020.