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RIF, formalidad que cuesta más de lo que aporta: CEEY
Desde el 2014, cuando nació este régimen, sólo se han recaudado $8,067 millones y un gasto fiscal por $38,808 millones.
A cuatro años del actual gobierno, una de sus mayores apuestas en materia fiscal ha sido el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), el cual ayudaría a incrementar la base tributaria del país y a mejorar los ingresos que se obtienen por el cobro de impuestos. Sin embargo, para diversos expertos, la estrategia que se está utilizando en realidad sólo está representando un gasto mayor para el gobierno que un beneficio en sí mismo.
El RIF es una herramienta de formalización a un costo muy alto, porque las personas que se integran tienen acceso directo al IMSS e Infonavit, pero su pago de impuesto es de manera gradual y a un periodo de 10 años. Entonces, ¿quién financia este tipo de servicios? , expuso Marcelo Delajara, director de Crecimiento Económico y Mercados Laborales del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
Explicó que el beneficio fiscal que se les otorga es muy largo y realmente no asegura que después de esos 10 años las personas se mantengan en la formalidad. Es un programa que puede haber tenido éxito en formalizar, pero es una manera muy costosa .
De acuerdo con el Presupuesto de Gastos Fiscales de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), del 2014 -cuando inició el RIF como efecto de la reforma fiscal- al 2016, el gobierno ha dejado de recaudar 38,808 millones de pesos por otorgar beneficios fiscales a este régimen.
En tanto, la recaudación que se tiene con este régimen apenas alcanza los 8,067 millones de pesos del 2014 al primer semestre del 2016. Este régimen registra a un total de 4 millones 623,322 contribuyentes de diferentes sectores económicos como agricultura, minería y electricidad, según datos de Hacienda.
Se debieron otorgar otros beneficios
Delajara comentó que a este régimen no se le debieron dar todos los beneficios como el IMSS o el Infonavit, sino que se les debieron ofrecer otras opciones como el Seguro Popular o diferentes planes sociales.
Si se piensa que se va a ganar formalizando a alguien para que pague impuesto dentro de 10 años, me parece una estrategia rara, porque uno de los principales objetivos de la formalización es precisamente el incremento de la recaudación de impuestos .
Es probable que en los próximos cinco años, cuando tengan que pagar la mitad del ISR, se pueda empezar a ver evasión y esto se deberá a que la informalidad sigue siendo muy atractiva para los trabajadores , expuso.
Se debe hacer una reforma integral en las finanzas públicas que realmente busque la formalidad y ordenar la protección social, pues ahorita sólo se usan recursos del Estado y dentro de 10 años posiblemente se paguen .
Se necesita más participación de los estados
Para Raymundo Tenorio, economista del Tecnológico del Monterrey, el RIF es una buena estrategia, pero se debió aplicar en todos los estados de la República.
Si el Servicio de Administración Tributaria (SAT) hubiera trabajado de manera integral junto con la Canaco, el Inadem, la Secretaría del Trabajo y otras cámaras empresariales, el RIF estaría dando mejores resultados .
Explicó que los gobiernos estatales han hecho muy poco por empujar el RIF. A los gobiernos se les pidió que entregaran el patrón del Repecos, pero la mayoría de los gobiernos estatales no lo ha hecho y entonces provoca que el RIF se esté estancando .
Al respecto, Patricia Delgado, administradora central de Promoción a la Formalidad del SAT, ha dicho que desde su creación el RIF marcha por buen camino y se mantienen las expectativas.
En aquella ocasión sostuvo que se ha hecho una gran labor para que el contribuyente conozca sus obligaciones, los beneficios y las acciones que se han implementado en colaboración con cámaras empresariales y universidades.
En su momento, el fiscalista Herbert Bettinger expresó que el RIF no sirve para atraer a más contribuyentes ni recaudar más recursos para las finanzas públicas del país.
No sirve de nada el RIF (...) Los estímulos fiscales son muy caros y van dirigidos a los sectores que viven en la economía informal que son casi 60% de la población, el otro 15% son adultos mayores y niños, y los que pagan impuestos son menos de 25 millones de personas. Entonces, no puedes hacer una reforma fiscal para 25 millones de personas para sostener un gasto público , explicó.
El fundador de la consultora Bettinger Asesores detalló que las metas del RIF no se van a cumplir porque el diseño es malo. A su parecer fue una idea populista, política y fiscalmente negativa.
RIF mostró irregularidades ?en el 2014
En la Cuenta Pública del 2014, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó diversas irregularidades en el RIF, como el hecho de que el SAT permitiera que se inscribieran a este régimen empresas que por ley no tenían derecho a ese beneficio.
La ASF indicó que en el 2014 5,811 contribuyentes recibieron los beneficios de estar inscritos en el RIF sin tener derecho a ello. Además, se identificó a 22 contribuyentes inscritos en el este régimen y en el de Repecos, lo cual es ilegal.
Por lo anterior, la ASF recomendó al SAT diseñar una matriz de riesgos y controles del RIF a nivel operativo y establecer mecanismos de control que le permitan identificar los ingresos anuales de los contribuyentes inscritos ya que en la revisión se identificó a 32,812 causantes con ingresos superiores a los 2 millones de pesos.
¿Quiénes pueden estar en el RIF?
De acuerdo con información de Hacienda, el RIF fue creado para sustituir al Régimen de Pequeños Contribuyentes (Repecos). El objetivo era integrar a más personas a la base de contribuyentes.
Para que las personas se registraran, se les daría como beneficio que el primer año no pagaran el ISR, el segundo sólo pagarían 10%; mientras que el segundo 20% y así sucesivamente hasta llegar a 10 años y paguen por completo este impuesto.
Las personas físicas o morales con actividades empresariales que enajenen bienes o presten servicios con ingresos anuales de hasta 2 millones de pesos del ejercicio anterior pueden pertenecer al RIF, el cual da un beneficio fiscal.