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Economía

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Rajoy rechaza corrupción en España

Acechado por la crisis y el malestar social, el jefe del gobierno conservador español, Mariano Rajoy, defendió en el Congreso su primer año de gestión, que salvó a España del naufragio, y negó que haya corrupción generalizada en el país.

Acechado por la crisis y el malestar social, el jefe del gobierno conservador español, Mariano Rajoy, defendió en el Congreso su primer año de gestión, que salvó a España del naufragio, y negó que haya corrupción generalizada en el país.

Durante la apertura del debate parlamentario sobre el Estado de la nación, Rajoy defendió su política de austeridad, tras su llegada al poder a finales del 2011, afirmando que las medidas tomadas fueron impuestas por la ruina que amenazaba a España.

En un discurso de marcado corte económico, Rajoy también abordó las sospechas de corrupción que cuestionan su autoridad y dividen el seno de su formación, el Partido Popular: No es verdad que en España haya un estado general de corrupción .

El tono victorioso de Rajoy contrastó con la crítica intervención del líder de la oposición socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba: Su gestión, señor Rajoy, ha sido sencillamente desastrosa. El resultado de esta política está a la vista: recesión, desempleo y desigualdad.

La corrupción es veneno para la democracia, pero la mezcla de paro masivo, empobrecimiento del país, aumento de la desigualdad y un escándalo que contamina al partido del gobierno, es explosiva para nuestro sistema político , aseguró Rubalcaba, y dijo que Rajoy no está capacitado para dirigir al país.

En el origen del profundo malestar de la opinión pública se encuentra el programa de austeridad, lanzado por el gobierno para sanear las cuentas públicas, que provocó numerosas movilizaciones sociales y, según algunos economistas, supone un lastre para el crecimiento.

Numerosos colectivos profesionales, especialmente relacionados con la educación y la sanidad, asociaciones y partidos minoritarios organizaron para el sábado una manifestación para denunciar estas medidas que suponen un golpe de Estado financiero.

Aunque las perspectivas se mantienen negativas para el 2013, Rajoy aseguró que la gestión en su primer año deja atrás la inminencia del desastre.

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