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Recortes al gasto y menor dinamismo frenan al PIB
La previsión trimestral dada a conocer por Hacienda sorprendió al mercado, debido a las expectativas que han surgido con el cambio de gobierno en México.
Al inicio del año, el gobierno, las corredurías financieras y analistas independientes configuraron un escenario de crecimiento económico para este año muy promisorio. Las noticias llegaron a las principales economías del orbe, las que en un contexto de bajas de interés y abundante liquidez en las economías se volcaron a México buscando aprovechar las buenas expectativas que nacían con el nuevo gobierno.
El pronóstico oficial de crecimiento avalado por especialistas del sector privado, aún al cierre de marzo, anticipaba un crecimiento de 3.5% para el año; sin embargo, la cifra que previó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en el reporte de Finanzas Públicas al primer trimestre del 2013 tomó por sorpresa al mercado al anticipar que la economía habría crecido sólo 1% para el primer trimestre del año, comparada con igual lapso del año anterior. Cabe mencionar que al descontar el efecto estacional, la economía mexicana creció 2.3 por ciento.
Entre las explicaciones que brinda la SHCP está lo causado por el efecto estacional de Semana Santa, dado que en este año los días laborables fueron menos que en el mismo lapso del 2012, aunque en el mismo informe refiere la existencia de retrasos en el ejercicio del gasto de algunas dependencias, como las secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación; de Comunicaciones y Transportes; de Desarrollo Social, y la misma SHCP.
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Sin embargo, lo que más pesó fue el menor ritmo de crecimiento de la economía de EU, que para el primer trimestre del 2013 creció 2.5%, superior a 1.8% del cuarto trimestre del 2012 pero inferior a la expectativa de un crecimiento cercano a 3 por ciento. Al revisar los componentes del PIB se infiere que los recortes al gasto público y el menor dinamismo de su sector externo, particularmente por menor demanda de países de la Unión Europea, frenaron el ritmo de crecimiento económico.
La baja en la actividad económica de EU pasó factura a la de México. El menor dinamismo en la producción industrial de la economía más grande del mundo dibuja ya una marcada tendencia de baja; para marzo hiló tres trimestres consecutivos de menor crecimiento; en México, dicho efecto de baja es casi de espejo en la evolución del PIB.
Una de las ramas de actividad en EU que más impacta a la planta industrial mexicana es la producción automotriz en el vecino país del norte, que para el primer trimestre del 2013 registró un crecimiento de 8.1%, bajo al compararlo con 15.6% del mismo lapso del 2012.
Del total de exportaciones mexicanas, casi 80% se destina al mercado estadounidense, lo que en el contexto de menor crecimiento en EU implica una reducción prácticamente de la misma magnitud en las exportaciones totales.
De corto plazo, lo que viene es un replanteamiento en las expectativas de crecimiento a la baja, dado que para sostener 3.5% que anticipan los especialistas en economía para este año, el PIB tendría que crecer en promedio 3.6% en cada uno de los trimestres subsecuentes. El entorno es difícil, pero en el horizonte se vislumbran cambios importantes en las políticas públicas que podrían incluso rebasar dicha estimación; por ahora sólo tenemos un magro crecimiento y un entorno que amenaza con más estancamiento.
luis.caballero@eleconomista.mx
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